Un proyecto, un premio, un hacker

Un nuevo proyecto editorial

"La historieta que nos gusta", la declaración de principios de Burlesque

“Vamos a publicar las historietas que nos gustan”, avisan muy campantes los integrantes de Burlesque, la vieja publicación indie ahora devenida pequeña editorial de cómics. Ernán Cirianni, Otto y Luciano Brom están detrás de tamaña declaración de principios.

Como para ir calentando los motores, Burlesque lanzará las Burlesquitas, pequeños cuadernillos de cómics en venta por cinco pesos, de autores jóvenes y con relatos autoconclusivos. En esta primera tanda saldrán a la venta ¿Es miserable, no? (de Camila Torre Notari), La aventura permanente (del suizo Ibn al Rabin), Mirco y Repeto contra el gigante violador (de Brian Jánchez), y Super (de Fran López).

Cada librillo tiene una tirada limitada de 200 ejemplares y se venderá en eventos “cara a cara”. La idea, según comentaron a Cuadritos las mentes tras la conspiración, es financiar luego la salida de libros. Todavía no confirmaron qué título tienen en mente, pero el colombiano Andrezzhino podría ser de la partida.

Cuatro jurados confirmados

El Premio Solano López de historieta que será entregado en la carpa Espacio Cómic de la próxima Feria del Libro ya tiene cuatro jurados confirmados: el escritor y guionista Pablo de Santis, los periodistas Julio Lagos y Andrés Valenzuela, y el propio dibujante que da nombre al galardón. El evento ocupará el última fin de semana de la Feria, una fecha tradicionalmente intensa en lo que a cantidad de público refiere.

Comic.ar hackeada

Quienes visitan con frecuencia la web de la revista Comic.ar saben que, en ocasiones, el sitio es víctima de hackers. Normalmente estos “crackers” se limitaban a dejar una pantalla de “bienvenida” donde sugerían “mejorar la seguridad” junto a alguna dirección de mail alojada en un servidor gratuito mexicano. En la última ocasión, sin embargo, el o los atacantes fueron más lejos: eliminaron la base de datos del sitio. Con ello se perdieron decenas de artículos publicados, numerosos comentarios y el trabajo paciente de meses. “No queda sino batirse”, solía decir el Quevedo de Arturo Pérez-Reverte, así que será cuestión de arremangarse la camisa y poner manos a la obra en la reconstrucción del sitio. No será posible recuperar los comentarios de los lectores, pero al menos sí la mayoría de los artículos publicados.