Cuadritos, periodismo de historieta

marzo 30, 2014

Cuadritos de dos personajes entrañables

Filed under: Cómic argentino,Cómic Europa,Noticias — Andrés Valenzuela @ 11:00 am
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Publicada en Página/12.

Cuadritos de dos personajes entrañables

La primera está dedicada a Guillermo Divito o, mejor dicho, a sus “chicas”, con originales, publicaciones y reproducciones en gran tamaño. La segunda se llama Fellas x Fefé y aborda una faceta no tan conocida del legendario cineasta italiano.

Con los dibujos se puede marcar épocas. Tres trazos bien puestos inician una moda o empujan a una generación por ciertos parámetros de belleza.Un movimiento bien capturado en el papel define la caracterización de un personaje en 120 minutos de película o el coloreado de unas acuarelas, el tono general de un film que hace historia. Y no es en absoluto una exageración, ni tampoco es muy difícil de corroborar. En estos días, para comprobarlo, alcanza con ir hasta Puerto Madero, caminar por Avenida de los Italianos y dar, en el 851, con el Museo del Humor. Allí se exponen dos muestras. La primera está dedicada a Guillermo Divito o, mejor dicho, a sus “chicas”, con originales, publicaciones y reproducciones en gran tamaño. La segunda se llama Fellas x Fefé y aborda una faceta menos conocida del legendario cineasta italiano Federico Fellini: la de caricaturista y humorista gráfico. Ambas acompañan la habitual muestra permanente dedicada a los doscientos años de humor gráfico argentino que ofrece el MuHu.

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febrero 4, 2014

Con Mafalda como notable embajadora

Calvin & Hobbes, los maravillosos personajes creados por Bill Watterson, ganador del Grand Prix.

Calvin & Hobbes, los maravillosos personajes creados por Bill Watterson, ganador del Grand Prix.

Terminó el Festival Internacional de la BD d’Angoulême y, desde luego, toca un breve resumen de ganadores y performance argentina en sus lides.

El artículo publicado en Página/12 incluye nota central con síntesis y ganadores, y un recuadrito con testimonios de Pedro Mancini, del colectivo Niños Ultramundo.

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Con Mafalda como notable embajadora

El encuentro dedicó a Quino una de sus exposiciones oficiales y hubo activas negociaciones de editoriales argentinas en el pabellón de derechos. El Grand Prix, reconocimiento a la trayectoria de los grandes de la historieta mundial, fue para Bill Watterson.

La edición 2014 del Festival Internacional de Historieta de Angoulême, en Francia, terminó como todo gran evento cultural que se precie: nutrida asistencia de público, premios, decepciones y alguna cuota de polémica, especialmente en torno de su punto más alto, el Gran Premio. Del lado de los argentinos, el balance general es positivo. El festival dedicó a Quino y Mafalda una de sus exposiciones oficiales, para la cual se montó una escenografía que reproducía el hogar de la niña y elementos recurrentes de su universo, como la radio o los pupitres escolares. Además, hubo rondas de negocios en el pabellón de derechos, de las que participaron Ediciones de la Flor, LocoRabia y Comic.ar, y donde también terció la convención argentina Comicópolis, que apareció el año pasado bajo la órbita de Tecnópolis.

Además, en el pabellón dedicado a la historieta independiente, el proyecto editorial/librero Moebius, que además de viajar con una porción de su stock de historieta argentina presentó allí dos volúmenes de serigrafías: Diablura, de Lucas Varela, y ¿Para qué me sirve esto?, de Carlos Nine. Varela fue Selección de la edición 2013 del Festival y reside en Angoulême, y Nine es un autor que concita enorme respeto y admiración en el mercado francobelga. Además, la librería llevó originales de Liniers (parte de la selección oficial de este año) y reproducciones de Decur, Santiago Caruso y el mismo Nine. Sin embargo, la presencia de esta librería no fue el único motivo de festejo en la pequeña ciudad francesa: el colectivo Niños Ultramundo accedió a la selección de la bd alternative, con la que el festival reconoce la producción independiente (ver aparte) y en la que finalmente prevaleció el ingenioso dispositivo de Le fanzine carré. Además de otros argentinos residentes en Francia y Europa, la presencia nacional se completó con Ernán Cirianni, Otto Zaiser y Andrés Lozano. (more…)

enero 29, 2014

La cumbre del cómic

Mañana empieza el Festival International de la bande-desinnée d’Angoulême, en Francia, y Página/12 se anticipa con esta nota. Y aunque no puedo evitar señalar ese texto -porque bueno, vamos, es mío-, creo que las líneas que merecen auténtica y especial atención son las del columnista invitado, Lucas Varela. Lucas lleva viviendo allí algún tiempo y accedió a escribir un texto sobre la ciudad. Y es entrañable.

En fin, dejando la costumbre de lado, aquí publicaré hoy tanto la nota central como esa columna de opinión.

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La cumbre del comic

Con un homenaje a Mafalda a 50 años de su primera publicación, el festival francés de bande-desinnée, uno de los mejores del mundo, cuenta con una amplia presencia argentina.

Por Andrés Valenzuela

Angoulême es una ciudad pequeña: tiene apenas 40 mil habitantes, según el último censo francés, de 2007. Sin embargo, eso no le impide convertirse una vez al año en el centro de la historieta europea. Si los norteamericanos tienen sus ComicCons de San Diego y Nueva York, y los japoneses sus convenciones en Tokio, los franceses llevan con orgullo su Festival international de la bande-desinnée d’Angoulême. Por un puñado de días (de mañana al domingo), todo lo importante que ocurre en el mundo de la historieta, sucede entre esas callejuelas medievales y su invierno húmedo. Premios consagratorios, negocios millonarios, novedades editoriales, autores pugnando por entrar al circuito, exposiciones internacionales. El toma y daca de cualquier evento de fuste de cualquier disciplina cultural. En este caso, el de la bd, que se carga el 16 por ciento de la industria editorial francófona y donde la tirada de un libro nuevo puede alcanzar varios millones de ejemplares.

El festival que comienza hoy tiene varios aspectos a considerar. Desde la perspectiva argentina, coinciden la muestra homenaje a Mafalda, la inclusión de Macanudo, de Liniers, en la selección oficial del festival, y la participación de una misión comercial de distintas editoriales para la venta de derechos y ejemplares, propiciada por Export.Ar, con apoyo financiero y técnico en el sector de derechos y licencias del festival.

El homenaje a Mafalda coincide con los 50 años de su primera publicación y el texto de curaduría del festival destaca que la tira tiene “una dimensión poética que se mantiene intacta pese al paso de los años” y asegura que “no perdió nada de su carga moderna y subversiva, y continúa siendo, a los ojos de los lectores de todas las edades, de todas las condiciones y de todos los países, un símbolo de resistencia lúcida, irreductible y universal”.

Desde luego, la del personaje de Quino no es la única exposición que presenta el festival. Entre las muchas muestras que componen esta edición se incluyen una dedicada a los 80 años de la primera publicación de Mickey Mouse en Francia, una exposición doble en conmemoración al centenario de la Primera Guerra Mundial (que se sostiene sobre los trabajos de Gus Bofa y del enorme Jacques Tardi), otra consagrada a la militancia de los dibujantes por los derechos de las mujeres, algunas orientadas al público infantil, a la historieta independiente y, desde luego, la que está a cargo del presidente honorario del festival: el holandés Willem, declarado Gran Premio de la Ciudad de Angoulême en 2013. Es que cada año el festival elige a un autor de particular relevancia, lo premia y le permite curar una exposición al año siguiente. Es uno de los mayores premios al que se puede aspirar en la historieta internacional. Hasta el momento, sólo un argentino lo obtuvo: José Muñoz, en 2007. Para dar dimensión a la altura de este premio, vale considerar los tres nombres en pugna para este año: Bill Watterson, conocido por la entrañable Calvin & Hobbes, Katsuhiro Otomo, mente maestra detrás de Akira, y el británico Alan Moore, pluma detrás de joyas como Watchmen, V for Vendetta y muchos otros.

Claro que no es el único premio que se entrega en la pequeña localidad francesa. Habrá un galardón oficial por el 40 aniversario del festival, que será otorgado a Akira Toriyama, creador del infalible manga Dragon Ball, acaso uno de los puntos más altos de la producción japonesa. En la gala de cierre del festival se revelarán los cuatro Fauves (el nombre que recibe la mascota del encuentro, que oficia de efigie para la estatuilla): el de Oro (mejor álbum), el premio especial del jurado, el de las series y el premio revelación. Además de Liniers, otros 34 autores compiten por estas estatuillas, con nombres de la talla de la Rutu Modan, Winshluss, Carlos Giménez, Pascal Rabaté, Etienne Davodeau (premio Revelación algunos años atrás e invitado en Viñetas Sueltas 2009), Alison Bechdel, Matt Fraction y Brian K. Vaughan. De la selección también participa el español Max con Vapor, recientemente editado en la Argentina por Musaraña Editores (y reseñado en Página/12 el viernes pasado). Una competencia de altísimo nivel. Y si tanto premio no alcanza, también quedan los premios del público, el especial de la municipalidad local, el que otorga un jurado de niños a la historieta infanto-juvenil y el que ensalza la producción independiente.

El Festival de Angoulême es maravilloso, pero no es barato. Al abono de 36 euros hay que sumarle los libros, que oscilan entre los seis y los veintitantos euros. Si alguien quisiera comprar todos los volúmenes de la selección oficial, la selección patrimonial, novelística y juvenil desembolsaría no menos de 1200 euros. Ni siquiera se podría cubrir con el considerable descuento en el tren de alta velocidad (porque sí, el festival es tan importante que asistir a él permite ahorrarse el 50 por ciento del pasaje).

Hasta el domingo, en ese entorno circularán autores, editoriales y librerías argentinas, intentando asomar la producción nacional al mercado francés, viñeta clave de la historieta internacional. Un lugar donde estar dibujado, suma.

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Acerca de vivir en Angoulême

*Por Lucas Varela

Alrededor del año 800 las hordas vikingas atacaron esta ciudad y la atravesaron matando, violando y saqueando con desenfado. Desde mi ventana, en línea con la antigua muralla que rodea el casco histórico, tengo una vista perfecta del valle y el río Charente, lo cual me hace pensar que estoy en un puesto de centinela. Los vikingos no aparecerán y mi tarea en esta mansión no es vigilar, sino dibujar historietas.

Esta apacible ciudad adoptó a la historieta como motor cultural y abre sus puertas a los artistas que vienen de lugares remotos del mundo. Hay una comunidad de dibujantes, muchos de los cuales residen en La Maison des Auteurs, una institución dedicada a apoyar la historieta independiente. Uno puede recorrer las calles y perderse en el entramado medieval (época en que, al parecer, no conocían la línea recta). Por momentos las calles, con su mística de antiguas casas de piedra gris, se asemejan a los tramposos senderos de Parque Chas y un poco al cementerio de Recoleta. La presencia sudamericana aquí es escasa y más aún la argentina. Es muy difícil encontrar a un inmigrante del otro lado del océano. Así que la tarea de encontrar mate se hace complicada. Esta preciada mercadería exótica es el tributo que impongo a todo aquel expedicionario de las pampas que viene a visitarme.

Acerca de la actividad que me compete, Angoulême se convirtió en un centro importante de la historieta no solo por el festival. Aquí se encuentra el museo de historieta más importante que conozco, una enorme biblioteca de acceso gratuito para los artistas, la EESI –una escuela de historieta de nivel terciario– y La Maison des Auteurs. La avenida principal se llama Rue Hergé, en honor al creador de Tintin. Durante el festival y si uno asiste como artista, le esperan días muy agitados: reuniones con editores, con colegas, largas sesiones de dedicatorias, la participación en una muestra colectiva y lo más agotador de todo: las 24 horas de la BD, que consiste en hacer 24 páginas en 24 horas. Si bien suena a un suplicio, mi experiencia por participar el año pasado fue enriquecedora. Si uno asiste como público le esperan muestras en varios puntos de la ciudad, un buen botín de libros, conferencias y las mejores fiestas. La que más me interesa es la del mercado de Angoulême. Allí los productores locales agasajan al visitante con una orgía de exquisiteces francesas. También hay un Angoulême Off, de gran efervescencia editorial. Hay fanzines de alto nivel que tienen su fiesta.

Fuera del festival, los días en Angoulême transcurren lentos y húmedos como el plato típico de esta zona: el caracol. Me verán comiendo quesos de fétidos aromas o hígados de gansos torturados o regado por ese elixir llamado cognac, pero jamás verán meterme ese bicho en el estómago. No da.

*Lucas Varela es dibujante. Colaboró en Fierro, publicó –entre otros– El síndrome Guastavino y Paolo Pinnocio, con el que accedió a la selección oficial de Angoulême en 2013. Su obra más reciente es Diagnostiques, junto a Diego Agrimbau.

enero 24, 2014

El desierto tiene sus reglas

Filed under: Cómic argentino,Cómic Europa,Noticias,Reseñas — Andrés Valenzuela @ 10:00 am
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vapor01Nueva entrega de la sección de crítica de historieta en Página/12. Esta vez la nota central va dedicada al último libro de Max, autor fundamental de la generación del 80 española. En el apartado de pequeñas reseñas entraron Las historietas de Crist, Monster vol.7, La comunidad y Apocalipsis.

En la columna de noticias se habla de cómo va quedando el calendario comiquero 2014, el pase de manos con los cómics de Star Wars y el cambio de estrategia de Marvel respecto de las librerías.

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El desierto tiene sus reglas

El español fue figura fundamental de la generación del ’80 que revolucionó los “tebeos” de su país. Su último libro, publicado aquí por Musaraña Editores, explora los condicionamientos sociales, el deseo y cuestiona la posibilidad de “retirarse del mundo”.

Lo dice la psicología, lo dicen los místicos y lo dicen los demonios y fantasmas que mantienen despiertos a muchos por las noches: el ser humano lleva su mundo consigo, no importa dónde vaya. Eso confirma Nicodemo cuando decide partir al desierto para encontrarse consigo mismo en Vapor, el último libro del español Max (Francesc Capdevilla), figura fundamental de la generación del ‘80 que revolucionó los “tebeos” ibéricos. Paradójicamente, el último libro de Max es, también, el primero que se publica en la Argentina, merced a la novísima Musaraña Editores –desprendimiento de la librería del mismo nombre–. Hasta ahora, lo único que podía conseguirse del autor en el país, más allá de colecciones particulares, pasaba por Aduana o descansaba en el Centro Cultural de España en Buenos Aires, dentro del catálogo de Viaje con nosotros (una muestra de autores de su generación en el Centro Cultural Recoleta, en 2009, durante el Festival Internacional Viñetas Sueltas). (more…)

septiembre 25, 2013

Toda la cobertura de Comicópolis

A la nota de apertura, publicada el mismo jueves que dio comienzo Comicópolis, hay que sumar otros tres artículos publicados en Página/12:

– Una entrevista con el francés David B. (sí, es cierto, salió con una foto equivocada, fruto de un error en la edición);

– Una entrevista con el holandés Joost Swarte (hombre de ideas claras como pocos);

– Un pequeño balance de esta primera edición.

Además, para los lectores de Cuadritos, una crónica del homenaje a Quino, en la jornada de apertura, que por problemas de espacio no llegó a publicarse en el diario.

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El jueves a la tarde la Nave de las Ciencias, de Tecnópolis, estaba casi colmada. Tiene espacio para 950 personas y apenas quedaban algunas filas vacías muy arriba. Adentro había aplausos. Muchos aplausos para un hombre de saco gris que, despacio, entraba caminando al escenario con un bastón. El hombre es Quino. El creador de Mafalda fue homenajeado en la apertura del festival de historieta Comicópolis, que se realiza hasta el domingo, y en el mismo acto fue ungido padrino oficial del encuentro.

“Nosotras vinimos desde Catamarca, es una oportunidad única”, explicaban en la puerta un grupo de mujeres. Tal como esperaban los organizadores, entre el público específicamente comiquero se mezclaban los visitantes habituales del predio de Villa Martelli y decenas de bibliotecarios que por la mañana asistieron al IV Congreso Nacional de Bibliotecas Populares y transcurrieron la tarde de pleno sol a la espera de Quino y su ingenio.

El homenaje tuvo la conducción del locutor y periodista Sebastián de Caro y las intervenciones del también humorista Miguel Rep. De Caro se confesaba con un peso enorme por participar del acto. “A mí Mafalda me cambió la vida como a todos ustedes y encima llego y me dicen que hay una carta de la presidenta para el maestro, y que tengo que leerla”, contó. En su esquela al “querido maestro”, Cristina Fernández recordó la videoconferencia en la que Quino le deseó “mucha suerte con esa changuita de gobernar el país”. Además, la presidenta agradeció a Quino su participación como padrino de Comicópolis y destacó que “sus creaciones tienen ganado un lugar de privilegio en la cultura argentina, porque podían decir las cosas cuando nadie podía hablar” y consideró que “Mafalda aún nos acompaña cuando tenemos que discutir”. Además, Fernández pidió al humorista que “nos siga iluminando con su talento”.

A lo largo de poco más de una hora de charla Quino recordó sus comienzos como dibujante, la creación de Mafalda y su perspectiva sobre el humor gráfico. También rescató especialmente sus páginas de humor y se permitió contar un par de anécdotas sobre Carlos Bergoglio antes de ser el Papa Francisco.

“Tengo un problema, porque todo el mundo me habla de Mafalda, pero la hice sólo durante diez años, y humor hice durante 50. Eso me seca un poco”, comentó Quino ante un auditorio que, paradójicamente, estaba allí ovacionándolo sobre todo por la niña contestataria. “Le debe pasar lo mismo a ciertos cantautores, que quizás la pegan con un tema y después se los siguen pidiendo, y con lo que más les gusta no pasa nada”.

Quino asegura que prefiere sus páginas de humor y Rep reconoce en ellas “al auténtico Quino”, aunque el octagenario dibujante acepta que para la gente es mucho más fácil identificarse con Mafalda, pues siempre es más fácil un personaje fijo que un chiste que cambia de formato todas las semanas. “Oski tenía un personajito que se llamaba Amarroto y él me decía ‘no te metas a hacer un personaje fijo porque te esclaviza’, y tenía razón”, comentó.

El de Página/12, en tanto, destacó que “Quino es un radar, capta en una imagen algo que está pasando, cosa que quizás los filósofos no hacen, porque lo suyo es otra cosa. Y reflexionó que “cuando no saben qué decirnos nos acusan de filósofos, de poetas, ¡hasta de abogados! Nos quieren endilgar una academia que no tenemos ni queremos, porque lo nuestro va más por el lado de la intuición”. El maestro concedía el argumento “la gente me dice que soy un genio, ¡no! ¡Apenas soy ingenioso!” De cualquier modo, Rep reconoció en la obra de Quino una enorme influencia cultural. “Yo soy uno antes de leerlo y otro después, antes yo era de García Ferré, Pequeña Lulú, pero conocerlo a él es entregarte al humor gráfico más inteligente, a lo interdisciplinario, darle bola al teatro, al ensayo, la literatura, el cine. Él me abre todas esas puertas”.

El impacto de Mafalda resulta incuestionable. Incluso se cuela en las anécdotas que Quino guarda sobre el ahora Papa Francisco. “Bergoglio era cardenal y fue a dar una conferencia a Caritas y le dijo a la gente que quien se acercaba allí debía cambiar su filosofía de vida, no dedicarse sólo a ganar dinero”, recordó Quino y aseguro que entonces el prelado citó el conocido chiste de Mafalda en el cual Susanita sueña con hacer opulentos banquetes de beneficencia “para comprarle a los pobres fideos, arroz, polenta y todas esas porquerías que comen ellos”. “Bergoglio interpretó muy bien ese chiste, es un actor muy cómico”, afirmó Quino.

– ¡Pero Quino es más grande, duró más!

– Yo no soy creyente, pero es un enemigo en eso, en cuanto va a aumentar la cantidad de cristianos en el mundo.

– Pero es un enemigo a nuestra altura, ¡es argentino y tiene humor! ¡Nos cagó!

“Cuando fueron mis 80 años el diario del Vaticano sacó una notita y publicó dos tiras de Mafalda…, ¿pero cómo? ¡Esa gente no entendió nada!, pensé”, contó el maestro. También señaló que en alguna ocasión Aldo Rico usó sus dibujos para hacer campaña y, en tren de destacar incoherencias, confesó que estando en el aeropuerto de Bariloche, compartió espacio con Silvia Suller. “Los chicos iban a sacarse fotos con ella y venían corriendo a sacarse una foto conmigo, ¿cómo es la cosa? ¿Les da igual?”, terminó entre aplausos.

Hacia el final, antes de enfrentar la extensa cola de fans que querían un dibujo y un autógrafo suyo en los múltiples libros (mayoría de Mafaldas, claro), recordó la carta de la presidenta. “Siga con la changuita de gobernar”.

agosto 4, 2013

El fanzine de Crack Bang Boom #4

Filed under: Cómic argentino,Cómic Europa,Cómic USA,Crónicas,Especiales — Andrés Valenzuela @ 9:05 pm

Acaba de cerrar sus puertas la cuarta edición de Crack Bang Boom. Aquí, el #4 y final de esta loca experiencia. Sin texto promocional, porque habla por sí solo.

CBB fanzine DOMINGO 4

El hombre de la máscara

Filed under: Cómic Europa,Cómic USA,Entrevistas — Andrés Valenzuela @ 12:30 pm
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Naturalmente, el gran invitado internacional de Crack Bang Boom llega al papel del diario porteño Página/12. David Lloyd acepta que lo suyo es hablar de V for Vendetta y se suelta ante el grabador.

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El hombre detrás de la famosa máscara

“No, flaco, no es la máscara de Annonymous, es la de V de Venganza”, explica ya descorazonado el vendedor de una comiquería de Villa Crespo al enésimo muchacho que viene buscando los rasgos teatrales y sonrientes del conspirador de la pólvora Guy Fawkes. En los últimos tiempos, esa máscara se convirtió en símbolo de la resistencia de distintos grupos. Por las calles de Rosario, adonde llegó para participar del festival Crack Bang Boom, pasea uno de sus autores, el inglés David Lloyd. El dibujante tiene en sus modos las marcas de décadas sobre el tablero. Se sienta y habla apoyando los brazos sobre la mesa, como si tuviera la hoja delante. El tema de conversación, él sabe, es inevitable, aunque muere por contar sobre sus nuevos proyectos, como la web digital Aces Weekly (http://www.acesweekly.co.uk/) en el que reúne a varios grandes artistas del sector, como Bill Sienkiewicz o Steve Bissette. ¿Siente que la fama de V opacó el resto de su obra? “Seguro, pero está bien que sea así, es una gran obra, probablemente la más importante que haya hecho jamás, así que es natural que la gente me hable de ella, yo intento aprovecharlo y usarlo para promocionar mis otros trabajos.” Aces Weekly lleva el cartelito “del autor de V de Venganza” y otro tanto sucedía con Kickback, que primero publicó en Francia.

–¿Cómo recuerda esos primeros trabajos con Alan Moore?

–Con mucho afecto. A él lo conocí desde antes de V de Venganza, ya compartíamos espacio en Shadow, un fanzine que hacíamos cuando éramos jóvenes. Toda nuestra generación empezó en los fanzines porque por entonces, si querías publicar y no eras suficientemente bueno pero querías verte en papel, te autoeditabas. Bueno, allí yo publicaba una historieta y él publicaba artículos.

–Y luego trabajaron juntos hasta que hicieron Dr. Who.

–Lo primero fue algo para Marvel UK y más tarde Dr. Who. Aunque por entonces yo ya no veía la serie de TV, que era bastante más oscura que la de ahora, que es bastante cómica. En la de antes el peligro que enfrentaban los personajes era mucho más palpable. En la historieta hacíamos una historia suplementaria, una especie de anexo corto que iba detrás de la historieta central.

–¿Cómo era trabajar con Moore?

–Tengo la costumbre de llamar a los guionistas que escriben las historias en las que trabajo, porque suelo tener sugerencias, o ideas, o cosas que me gustaría hacer. Y ya con lo primero que hicimos nos entendimos. El era un buen escritor e hicimos un click, trabajábamos muy bien juntos.

–¿Cómo apareció V, entonces?

–El editor de una revista en la que colaboraba me pidió una historieta y me dio muy pocas indicaciones. Quería algo de un luchador libertario, y con eso se suponía que debía crear algo. Pero como ya había trabajado con Alan, sabía que si él estaba conmigo todo saldría mucho mejor. Así que empezamos a construir la historia. (more…)

junio 28, 2013

Zombis y chistes de tetas

Filed under: Cómic Europa,Cómic Latinoamericano,Reseñas — Andrés Valenzuela @ 10:00 am
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Todos los vicios "frikis" por antonomasia, en dos historias

Todos los vicios «frikis» por antonomasia, en dos historias

“Zombi psicópata adolescente”, reza el subtítulo de Zombess, el libro del español Abel Alves publicado por el sello uruguayo Dragon Comics. Y hay que reconocerle que, en rigor de verdad, cumple a la perfección con lo que promete: la chiquilina zombi es caprichosa como adolescente, el moño le chifla y… bueno, es un zombi, que ya es decir lo suyo, aunque no babee, ni coma cerebros ni haga ninguna de esas cosas que se supone que tradicionalmente hicieron los zombis, pero que ya no hacen, cuando un autor quiere expresar originalidad al abordar el concepto. Acá la zombi protagonista es una listilla, aunque cualquier otro muerto viviente es del montón y anda masticando brazos como si fueran choripanes en la costanera.

Ahora bien, ¿qué puede surgir del concepto esbozado en el párrafo anterior? Un delirio, por supuesto. Lo españoles tienen una larga tradición en la parodia y el absurdo. En el mundillo de la historieta se les dio en más de una ocasión por reírse del propio medio que los cobija, de sus lugares comunes, sus taras y sus vacas sagradas. A la mente viene muy rápidamente Fanhunter, de Cels Piñol, que parece estar en el horizonte de influencias de Alves. Porque Zombess no es la excepción en este sentido. En las dos historias que componen el libro el autor se las arregla para colar chistes de Howard Phillip Lovecraft, tetas, diseño gráfico, videojuegos, tetas, samurais, robots gigantes, tetas, Hello Kitty, Star Wars, tetas, Godzilla, 300 y… zombis (con… tetas, claro).

Y cuando uno recorre el libro y encuentra extensos pasajes en los que aparecen constantemente chistes sobre tetas, entra la duda. ¿Lo de “adolescente” en el subtítulo está por la protagonista o porque el autor apunta a púberes que aún no vieron un pecho desnudo más que en fotos? Y tanto chiste reiterado, ¿es una marca de estilo, una limitación o una crítica sutil a la obsesión del cómic orientado a adolescentes por mostrar mujeres voluptuosas? Un misterio más difícil de resolver que encontrar cualquiera de los míticos artefactos arcanos perdidos que guían la historia. (more…)

mayo 4, 2013

Ah! La caricature à le MuHu

La portada del catálogo, de Alfred Le Petit

La portada del catálogo, de Alfred Le Petit, importante figura del género

En el Museo del Humor (MuHu, en Avenida de los Italianos 851, Capital Federal) hay una muestra dedicada a la caricatura francesa del siglo XIX. Que así dicho puede sonar un poco demodé, aburrido o poco interesante, pero tras esa fachada oculta algunas joyitas, imágenes bellas, colores que impresionan y hasta permiten alguna reflexión sobre el rol del humor gráfico y lo que uno espera de los políticos.

Hoy salió en Página/12 un recorrido por esa exposición. Aquí, la nota.

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Imágenes que cambiaron la historia

En la imagen hay seis diputados durmiendo. Están en sus bancas con las cabezas ladeadas y las bocas entreabiertas, o algo inclinados y con la cabeza cayendo entre sus hombros. Pero no es la foto que circula en Internet cada vez que se vota una decisión polémica en el Congreso nacional (y que ni siquiera es de parlamentarios argentinos), ni la foto de Francisco de Narváez o de Mauricio Macri rendidos en plena sesión. La imagen en cuestión es una caricatura y tiene 163 años. La dibujó Honoré Daumier en 1850 y salió en una de las tantas revistas de la época. “25 francos por día, así los bienes llegan durmiendo”, ironizaba el artista francés, figura clave de la primera explosión del género en su país.

Es fuerte encontrarse con ese y otros trabajos y comprender que, de 1850 a hoy, ciertas percepciones sobre la cosa pública no han cambiado mucho, ni en Francia ni en ningún otro lado. Esa página de Daumier se exhibe en la muestra Caricatura francesa del siglo XIX, en el Museo del Humor (MuHu) porteño (en Avenida de los Italianos 851, frente al río, en la vieja cervecería Munich de la Costanera Sur). En otra imagen, de Marius Monniers, en 1902, se ve a un candidato a diputado, “el Camaleón” avanzando por las calles de París y regalando vino para conseguir votantes. (more…)

marzo 12, 2013

Esperando Lyon

Filed under: Cómic argentino,Cómic Europa,Noticias — Andrés Valenzuela @ 11:03 am
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Hoy salió la entrevista hecha a la delegación del festival Lyon BD, que anduvo por Argentina «cazando» autores para sus próximas dos ediciones y entrevistándose con personalidad y gestores culturales del circuito. Atentos:

A la caza de nuevos talentos

“París o Marsella no tienen un evento grande de historietas, Lyon es la primera ciudad importante del país en tener un festival que se desarrolló mucho.” Así explica su director, Mathieu Diez, las particularidades de Lyon BD, el encuentro internacional dedicado al noveno arte de la ciudad del este francés, una de las más importantes del país. Paradójicamente, en Francia los grandes festivales están en las ciudades más pequeñas, como Angoulême. A su lado se encuentran Philippe Brocard, presidente del Lyon BD; el guionista Jean Christophe Deveney y la editora Claire Latxäge, especialista en historieta latinoamericana y, especialmente, en las viñetas argentinas de Quino. Los cuatro forman la delegación que vino a Argentina a estrechar lazos con los autores y festivales locales. Llevan días de reunión en reunión y aún les restan otros varios encuentros, cafés y cenas con editores, guionistas, libreros y distribuidores argentinos.

La edición 2013 de Lyon BD, que se realizará entre el 14 y el 16 de junio, centrará su actividad en el intercambio entre Francia y Latinoamérica, y otro tanto sucederá en la del 2014. “Hace unos años decidimos que debía haber algo que se pudiera hacer a nivel internacional, pero que fuera un poco distinto de lo que sucede en la mayoría de los festivales –explica Diez–. A menudo los festivales eligen un tema o un país, le dedican dos días, una exposición y basta; nosotros queremos algo a más largo plazo, que los actores a cada lado del océano se conozcan mejor.” Hicieron eso con el festival francófono de Quebec en 2011 y 2012, con quienes seguirán colaborando, aunque ahora se concentren en otras geografías. “A ellos les escribimos y fuimos allí a encontrarnos con todo el mundo, tal como estamos haciendo acá.” (Seguir leyendo)

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