
La dupla Cortés/Sandler funciona bien en este trabajo
Qué tipo particular este Diego Cortés. No porque sea editor (especie particular si las hay), ni porque sea guionista (bueno, un poco sí), sino porque venía de hacer varios relatos que se llevaban a los tropezones con la imaginería judeocristiana. Ahí está Séptimo círculo para atestiguarlo, con su Dios-niño-caprichoso, sus suicidas y su infierno monstruoso, por ejemplo. Además, uno ve y piensa en sus personajes, que no son siempre gente proba o que merezca gran simpatía, y pucha, qué rara esta pasionaria de pecador redimido que construye junto a Leo Sandler en La Pasión.
Hay varios modos de leer el libro. El primero es como una vulgar anécdota de mafiosos o sicarios con un componente místico/religioso. Y no estaría mal, no. Pero como los autores sugieren desde el mismo título y con el dibujo de portada, acá la cosa va por otro lado. Acá, resulta, el lector conoce a Mira, un asesino que parte con su grupo para bajar a un curandero de pueblo que –se rumorea- oficia milagros y “le mete ideas raras en la cabeza a la gente”. Cualquiera con una mínima formación judeocristiana de cualquier corriente imaginará lo que sigue: el encuentro con el curandero, la crisis del protagonista y su eventual resolución (y el que no se lo imagina, lee el libro, que siempre es mejor que una reseña).
Lo que es raro es encontrarse con la idea de la redención a través de Dios cuando uno la pone en perspectiva con el resto de la obra de Cortés. Y sin embargo, mantiene muchos de sus rasgos más frecuentes: personajes sórdidos, crisis extremas, situaciones de violencia física, claro, pero también violencia psicológica bien elucubrada. (more…)