Con esta página termina otra historia de la sección Nueva Historieta de Cuadritos. Será la última, al menos por un rato, hasta que vuelva a tener tiempo para lanzar una convocatoria en regla.
Diré de esta, como de las anteriores, que no podría estar más orgulloso de haberla publicado. Satisfecho, también, porque hay un editor interesado en convertir estas cincuentypico de páginas que hizo Juan Manuel Tumburús, con enorme profesionalismo, en un libro. Un libro sólido, íntegro, de buena factura y con una historia que dio gusto leer, como Contratiempos y Lo subterráneo, sus antecesoras en este sitio.
Tumbu hizo un gran laburo aquí. No voy a ahondar contando cómo se quedó algunas madrugadas para llegar al cierre que habíamos pactado, ni cómo me anticipaba los diálogos para revisarlos, ni tampoco contaré cómo usó estas mismas páginas para presentarse ante distintos editores. Ustedes, que lo han seguido, seguro lo intuyen. Sí diré que trabajó mucho y muy bien, y que mi confianza se vio plenamente justificada a lo largo de este último año. En él hay un gran nombre para el futuro de la historieta argentina.
A Juan Manuel, gracias.
A ustedes, por seguirlo cada semana, gracias.
Todas las páginas anteriores, aquí (y ya veremos si montamos en un pdf disponible para su descarga).