Cuadritos, periodismo de historieta

agosto 22, 2012

Ritos de pasaje

Una mirada desde Salta y la poesía al mundo de los onas

«Mientras los descendientes de los selk’nam empiezan a reconstruir su propia identidad, los descendientes de sus  asesinos siguen siendo algunas de las familias económicamente más poderosas de la Patagonia Trágica», advierte Carlos Aldazábal al final de su texto introductorio. Aldazábal es salteño, poeta y estudioso de los onas, es decir, del pueblo que se llamaba a sí mismo selk’nam, antes de que la llegada «civilizatoria» barriera y condenara a las culturas que habitaban la Patagonia argentina. Aldazábal publicó Hain por el sello Desde la gente, e ediciones del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.

Lo particular de Hain es que además de ahondar en la corriente de poesía antropológica que sigue Aldazábal, retoma esos mismos versos y los convierte en viñetas a partir de la intervención de otra salteña: Eleonora Kortsarz. Juntos parten del rito de adultez de los selk’nam (que da nombre al libro) para reconstruir poética-historietísticamente una sociedad. El rito del pasaje ona es la base de su cultura, pues allí se ponen de manifiesto los roles sociales de cada individuo.

El primer punto que llama la atención es encontrarse a dos habitantes del extremo norte argentino estudiando una cultura que se desarrolló en el territorio más austral del país. En lo que a la historieta toca, el libro puede encuadrarse en los numerosos esfuerzos de reversiones míticas sobre las culturas originarias (corriente en la que se destacan Alejandro Aguado y otros de sus ad lateres de La Duendes e Historieta Patagónica). Un abordaje habitual entre los autores del interior, pero dejada de lado en los principales centros urbanos nacionales.

Oenlao evidencia mejoras en la construcción de sus trabajos

El trabajo de Kortsarz apunta a viñetas sencillas y una narración lo más limpia posible para dejar ver lo que los versos de Andazábal señalan. Sin embargo, no es una mera ilustración, pues trata de incluir cuanta secuencia pueda, sumando al texto tanto en los pasajes narrativos como a modo de complemento de los poemas adaptados. Kortsarz cuenta lo propio en paralelo en cada uno de los cinco poemas adaptados y trata de dejar su marca sin traicionar el espíritu del autor. Por otro lado, vale señalar que Kortsarz milita desde el arte por la diversidad sexual y los derechos de género, y que aquí se encuentra ante un trabajo que investiga una sociedad profundamente patriarcal).

Una vía al gauchesco

Hace algunas semanas se presentó El Facón de Almanegra en la Semana de La Duendes en Buenos Aires. El libro, publicado por la editorial patagónica, lleva guión de Carlos Scherpaz (Oenlao) y lo acompañan en los dibujos José Massaroli, Edu Molina, Fer Gris, Chelo Candia, Ader, Ríos Blanco y el colombiano Henry Díaz. La novela (con un capítulo dibujado por cada lápiz) narra los avatares de un facón de orígenes misteriosos que se inmiscuye en las reyertas entre unitarios y federales, en los años posindependentistas argentinos.

Oenlao evidencia mejoras en la construcción de sus guiones y aquí depura algunos inconvenientes que se presentaban en anteriores producciones suyas con el modelo de «un dibujante por capítulo». Algunos problemas se mantienen, pero en general se aprecia el esfuerzo por levantar el nivel. A modo de yapa, el libro incluye un puñado de historietas cortas que apuntan a completar el mundo del Facón, contando detalles ficticios de figuras históricas que aparecen o complementando información y motivos sobre los personajes.

4 comentarios »

  1. Onas en Salta y facones en la bilbioteca.

    Comentarios por oenlao — agosto 23, 2012 @ 5:38 pm | Responder

  2. Con respecto al problema de hacer una historieta en capítulos, con distintos dibujantes en cada uno, algo podria agregar a lo que bien dijo Andres. Podría decir que es la forma menos difícil que encontré para armar una historia larga. Pero además a mi me parece que es interesante (Lo digo como lector) ver como haría otro dibujante esa historia, y a esos personajes. Le agrega algo de riqueza, y complejidad, a la lectura. El problema es que esa dificultad puede estorbar. A la vez es un detalle innovador (Un poco). Intento contar algo (No solo con eso) que se diferencie de la historieta clásica haciendo una historieta bastante clásica.

    Comentarios por oenlao — agosto 24, 2012 @ 2:15 pm | Responder

  3. La verdad que es copado laburar con un personaje que otros dibujantes ya han trabajado, es una oportunidad para mostrar la propia visión que se tiene con ese personaje y la quimica, diferente tal vez, que puede darse con el guionista.

    Comentarios por M. C. Carper — agosto 29, 2012 @ 5:15 pm | Responder

  4. Felicitaciones para Oenlao y su equipo de «El facón…»!! Y coincido con lo antes dicho: la oportunidad dada a distintos dibujantes sobre un mismo personaje permite dar un espectro más amplio al mismo, cada versión con los matices propios de cada artista, y no agotar al dibujante y al lector en toda una novela del mismo estilo. Siempre, creo humildemente, el mayor sentido está en manos de Oenlao, que permanentemente da muestras de su generosidad al permitir que se luzcan muchas voces artísticas en sus producciones. Un abrazo!

    Comentarios por Alberto — septiembre 4, 2012 @ 8:39 am | Responder


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