Cuadritos, periodismo de historieta

octubre 1, 2010

El voluntarismo de los autores, una psicopatología

Filed under: Cómic Europa,Entrevistas — Andrés Valenzuela @ 4:00 pm
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Cava, con un puzzle de fondo, asegura estar al margen de la industria de la historieta española

«Hombre, que así dicho suena como si fuera el Papa», exclama cuando le preguntan «¿quién es Felipe Hernández Cava?» El guionista ibérico, de visita en el país para la Gran semana suelta de viñetas accedió a una entrevista con Cuadritos para tocar los temas que le quedaron pendientes tras su debate con Quique Alcatena en el Congreso Internacional Viñetas Serias y adelantar la muestra que inaugurará hoy a las 19 junto al dibujante argentino Sanyú en la sede San Telmo del Centro Cultural de España en Buenos Aires (Balcarce 1150).

Cava es una figura pivotal del tebeo de autor español y pionero indiscutido de la historieta política de su país. Comenzó como profesional a los 17 «por un dinero bastante aceptable», pero bien pronto renunció a la industria. «Estábamos en los últimos años de la dictadura franquista y con dos amigos, Alonso y Arjona, creamos un equipo que se llamó El Cubri«, recuerda sobre el colectivo que se lanzó a una militancia desde el arte y que se nominó a partir de la obra de Stanley Kubric. «Los autores de historieta estaban con otras preocupaciones: mejores condiciones económicas, o mejor consideración de su trabajo desde un punto de vista artístico, de modo que nos parecía que había una vacante, un trabajo por hacer en esa área».

Naturalmente, la mayor parte de su trabajo sólo llegaba a las publicaciones clandestinas de la resistencia contra el régimen franquista. «Al mismo tiempo hacíamos trabajos fácilmente publicables que aparecían en revistas políticas, de reflexión teórica, sociología, urbanismo, y también algunas más comerciales, de humor, pero básicamente estábamos fuera de la profesión».

Tampoco es que muerto Franco El Cubri se fuera a incorporarse a la industria. «La transición, si cabe, fue mucho más delicada que los últimos años de la dictadura», avisa Cava y refiere a las amenazas contínuas de golpe de Estado que los militares prodigaban a la incipiente democracia. «Luego en los ’80 pudimos sacar Madriz, Medios revueltos, o El ojo clínico, pero hasta hoy jamás me he planteado vivir del cómic», reflexiona y admite que seguramente tampoco le hubiese sido sencillo conseguirlo. «Pero no quería caer dentro de las estructuras comerciales y verme determinado por los criterios que otros me impusieran dentro del mercado», dispara.

Página de El hombre descuadernado, que Cava guionó para Sanyú

Justamente la muestra de hoy girará en torno a temas sociales. «Se trata de una pequeña historieta de ocho viñetas, un apunte satírico sobre esa crisis económica que nos está conmoviendo a todos en el mundo y que en algunos países se hace notar con especial virulencia», comenta.

El mercado y Cava

«La historieta es el lenguaje que más amo y más respeto, pero siempre me he ganado la vida al margen», explica sobre sus trabajos como guionista de televisión, crítico de arte y curador de exposiciones, «estoy en una posición bastante externa y entro únicamente cuando siento la necesidad de contar ciertas cosas en el medio de mis amores». Asegura, además, que hace pocos álbumes pero que como los proyectos se estiran, a veces se superponen. «Como en 2008, que salieron tres libros con textos míos y daba la sensación de que regresaba desde la zona muerta donde normalmente habito. Pero es una resurrección engañosa».

Cava es escéptico en cuanto a la evolución del mercado español. «Es una especie de espejismo», critica. «Hay un progresivo reconocimiento oficial que puede ser absolutamente episódico, como ya hemos vivido otras veces, pero luego esto no se corresponde con la situación industrial: se editan bastantes títulos, pero muy pocos con verdadero interés, todo está copado por el manga y los superhéroes, y las condiciones económicas para la producción nacional son absolutamente inferiores a aquellas por las que trabajábamos en los años ’80», describe. «Que un autor de la categoría de Carlos Giménez, que ha alcanzado un nivel que le haría merecedor a no tener preocupaciones económicas, viva en la cuerda floja y viendo como ir sobreviviendo…», lamenta con la frase flotando en el aire.

El único auténtico éxito español es Mortadelo y Filemón, que según sus editores ronda ventas del millón de ejemplares. «Aunque eso dicen, otro gran problema en España es que nadie da los datos, los editores se curan en salud», fustiga Cava, «como dicen que atraviesan una situación delicada, a veces ofrecen a los autores sacar el álbum sin la más mínima cantidad de adelanto». Las condiciones miserables de publicación aún sorprenden al autor del premiado Las serpientes ciegas: «yo a veces me admiro del voluntarismo que tienen los autores para seguir dedicándose al medio. Que se entiende sólo desde una perspectiva casi psicopatológica que, como en mi caso, no nos lleva a romper todo vínculo con la historieta y dejarla para siempre».

Madriz, de los '80, en el desahogo español tras los años del franquismo

A Cava también disgusta el mote de «editor independiente». «Eso nos haría suponer que hay otros que son dependientes, cuando son los independientes quienes gozan de más subvenciones de orden estatal y autonómico, con lo que no sé qué grado de independencia puede ser ese», analiza.

«Podríamos pensar también que el independiente publica otros materiales, obras que los dependientes no publicarían porque buscan la comercialidad, y quizás en algún momento pudo haber algo de ello, pero esto ha cambiado, como en el caso de Mondadori, que publica a Chris Ware, Seth, Joe Sacco, que se supone son los paradigmáticos del mercado independiente». Cava enumera posibles subvenciones que es posible conseguir en España: para traducción a lenguas autonómicas, de autores locales, de entidades extranjeras para la publicación de materiales foráneos y hasta la compra de tirada por parte del Gobierno.

Puestos al disgusto, Cava también rechaza la denominación «novela gráfica» pues duda que suponga un salto cualitativo. «He visto pasar este medio de ser historieta a ser cómic con el tendencioso criterio de que así sería más adulto, y con la novela gráfica creo que se nos trata de vender exactamente ese mismo mensaje», denosta, «y hay trabajos que pueden haber sido hecho para niños o con menos páginas, y en ocasiones tienen una enjundia y un nviel superior a muchas de las llamadas novelas gráficas».

«Estoy convencido de forma ferviente que algunos de esos trabajos de aparentemente menor aliento pueden ser los que el día de mañana queden como importantes de este tiempo, mientras la novela gráfica -donde también pueden darse obras buenas- será vista como una moda pasajera o el hallazgo de un calificativo afortunado para los editores, más que para los autores», concluye.

5 comentarios »

  1. Fabulosa reseña!. Me quedé con ganas de conocer más de Cava.

    Lamento no haber podido ir hoy….

    Felicitaciones el título. Cada vez mejor lo suyo Andrés…

    BESOS

    Comentarios por Laura Vazquez Hutnik — octubre 1, 2010 @ 10:12 pm | Responder

  2. Estupenda entrevista a un hombre imprescindible

    Comentarios por delco — octubre 2, 2010 @ 9:28 am | Responder

  3. Qué claridad de pensamiento la de este hombre. Muy buena nota, Andrés.

    Comentarios por quique alcatena — octubre 2, 2010 @ 11:18 am | Responder

  4. excelente nota, dan ganas de seguir leyendo. Mis respetos.

    Comentarios por orx — octubre 2, 2010 @ 5:08 pm | Responder

  5. […] Renso señala que también conocieron artistas de Chile y España, y que pudieron reencontrarse con Felipe Hernández Cava, a quien vieron “hace 10 años en el Centro Cultural de España, en Lima, con la gente de […]

    Pingback por Carboncitos para calentar el cómic del Perú « Cuadritos, periodismo de historieta — octubre 10, 2010 @ 10:03 am | Responder


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