Cuadritos, periodismo de historieta

junio 11, 2011

Salvador Sanz: «Me gusta expandir un universo»

Filed under: Cómic argentino,Entrevistas — Andrés Valenzuela @ 12:00 pm
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"A Angella puedo exponerla a mil mundos diferentes"

Tres años después, el cielo del Parque Centenario sigue nublado. Otra entrevista con Salvador Sanz, la segunda de Cuadritos, y el sol se niega a salir. Al menos en la tarde de 2011 no llueve y las fotos se pueden disparar en el balcón, con un cielo que amenaza sobrenatural de fondo. Tres años, dos libros y una hija después, el autor de historietas como Desfigurado, Legión, y Nocturno prepara una nueva etapa para su Angella della Morte, la segunda para esta nueva versión de la revista Fierro y la tercera desde que el personaje debutara en Bastión.

Sobre el tablero de dibujo se despliegan varias secuencias que pronto aparecerán en la revista que coordina Lautaro Ortiz. Las páginas muestran una base del Gobierno Flúo -uno de los bandos en pugna del universo Della Morte– escondida en la jungla. La primera recopilación del alma transmigradora, publicada por OvniPress, apareció en la Feria del Libro. Sanz volverá a presentarla este domingo a las 16 en el Centro de Expresiones Contemporáneas (Paseo de las Artes y el río Paraná, Rosario), en la segunda edición de la Convención Internacional de Historietas Crack Bang Boom.

Una mirada atenta revela similitudes y diferencias entre Angella della Morte y el resto de su obra. Allí está el estilo de dibujo, fácilmente reconocible. Allí su interés por la ciencia ficción, los elementos sobrenaturales y el diseño de criaturas impensadas (en este caso, la mismísima Muerte). Pero también aquí se ve una estructura narrativa distinta a la empleada en sus novelas gráficas, planteada en episodios autoconclusivos primero, en un relato autónomo que habilita el «continuará», luego. Del mismo modo, es posible entrever un enfoque temático distinto y una inmersión más directa en lo fantástico. ¿Por qué tantos cambios? En esta entrevista Sanz desentraña una nueva etapa de su trabajo.

Un boceto que jamás llegó a concretarse

«Decidí retomar Angella porque creo que es un proyecto que daba para mucho más en el momento en que lo hice», explica. Los primeros capítulos de la agente de los laboratorios Sibelius concluyeron en 2006. «Ahí salió lo de Legión, con Ivrea, entonces me aboqué a eso». El autoconclusivo -que aquí publicó la editorial de manga- también tuvo su edición norteamericana, con buenas críticas. «Desde entonces hasta el año pasado en un montón de circunstancias intenté retomarla, de hecho tengo un montón de páginas, sagas que empezaba, bocetos de diseño, dibujos que nunca llegaron a buen puerto», señala un cajón. Algunos de esos borradores acompañan esta nota.

«Me gustan los finales abiertos, expandir un universo, que es lo que uno va creando cuando escribe, y no me gusta terminar de cerrarlo», acota, «siempre quedan recovecos para continuar la historia, y si la obra se termina es porque se acaban las páginas, porque existen formatos en nuestra sociedad». Lo que diferencia a Angella del resto de sus creaciones, asegura, es que hacer continuaciones «no aportaría nada» y sería «volver sobre lo mismo». La clave, analiza, está en el personaje. «Puedo jugar mucho con ella, exponerla a mil mundos diferentes, y ni siquiera tengo la limitación del cuerpo, puedo hacer cualquier cosa, o ir para cualquier lado, algo que demostré poniéndolo en la Luna».

«Es lo que siempre estuve buscando: un personaje, que es también lo que me gusta de la historieta», cuenta Sanz. Sin embargo, en toda su carrera no había encontrado un personaje que sintiera que podía retomar. «Me costaba porque cuando abandonaba una historia o un mundo que había creado, si dejaba pasar mucho tiempo volver a retomarlo era muy difícil», explica. Sucesivos intentos fallidos le enseñaron que «cuando vos dejás algo tanto tiempo es que cuando la retomás cambiás como persona, te pasan otras cosas y volver a conectarte con lo que estabas pensando en el moento original es difícil». La nueva Angella, incluso, ya no es exactamente el mismo personaje de aquella época, reflexiona.

Una página de Angella della Morte, de próxima publicación en Fierro

«La primera Angella estaba muy ligada al tema de la transmigración a otros cuerpos, el personaje hasta cambiaba de sexo, de edad, pero cuando la retomé eso había quedado atrás, quería encarar una persona más normal», analiza y agrega que también quería enfocar el tema del alma desde otro ángulo. «Por eso para mí Liberar a la bestia, que es la serie de la luna, es una historia en la que quise alejar al personaje y llevarlo a un ambiente alejado de todos los demás seres humanos para trabajar un poco el tema de la soledad, del aislamiento, estaba harto de contar historias urbanas, en ciudad, y quería alejarme».

De cualquier modo, reconoce, no pudo mantener a la protagonista aislada del mundo. En la asfixia de la base espacial, Angella quedó encerrada con una computadora abusiva (¿recuerdos de 2001: Odisea del espacio?) y un mono que, naturalmente, captó inmediatamente la atención de los lectores. «¿Viste que el disparador es una cosa y al final la historia va para cualquier lado?», comenta sonriendo, «al final el mono cobró un protagonismo y una relevancia en la historia impensada». Asegura que en los eventos la gente le pide dibujos del simio y que es muy raro que pidan por la protagonista. Hasta Ortiz sugería al mono con escafandra para la portada de Fierro. «Ahora en la continuación aparece, por supuesto, hay que tener cuidado con los animales, son como Clemente, lo ponés y te comen la serie», ríe Sanz.

Lanzado en velocidad, no tiene previsto dejar ir al personaje por un largo tiempo. Los lectores vieron por última vez a Angella convertida en la persona «más hija de puta» del universo. «Ya no la puedo largar, se empiezan a instalar un montón de ideas y ya está», se relaja. «Reenganchamos por su intoxicación y cómo va a hacer para librarse, por eso está encerrada en una planta como la estación central de Fukushima, nadie la quiere tocar ni se quiere acercar», adelanta.

En esta nueva etapa del personaje aparece un aspecto poco transitado en la obra de Sanz: el mal y la cuestión moral. Un aspecto que nunca fue determinante en sus relatos, notorios por la ausencia de «buenos» y «malos». Es que el autor, dice, odia «las historias donde el escritor hace que odiemos a un personaje, como esos villanos que matan a un niño, en que el escritor se empecina para que odies a alguien, ¡me genera el efecto contrario! ¿Por qué querés que lo odie?»

Otra secuencia inédita. Esta llegó a la tinta, pero no prosperó más allá.

«Una de las premisas de la serie, igual es que son dos organizaciones bien siniestras y ella toma partido por una, pero a las dos les interesa el dinero, el poder y de entrada está la cuestión en juego». ¿Por qué ahora? El dibujante no está seguro pero, reconoce, bien podría tener que ver con los cambios que atravesó su vida en el último tiempo. «Creo que en mi próxima historia se va a ver reflejado que fui padre hace poco, pero desde un lado completamente retorcido y oscuro, obviamente, no es que me voy a poner tierno», ríe.

Para su actual edición en libro, Sanz prefirió retocar algunas viñetas y rehizo algunas páginas. «No es que lo mejoré, sino que corregí lo que no me gustaba o estaba muy flojo, traté de emparejarlo con mi laburo actual», puntualiza, aunque no cree que la auténtica diferencia radique en el dibujo, sino en la narrativa. «Lo viejo llevaba mucho texto en off, mucho globo, en lo nuevo lleva todo la imagen, hay más secuencias mudas», señala y especula que esto se debe a las posibilidades que le brindó cada publicación. «En Bastión tenía que contar una historia en 11 páginas, entonces había que meter mucha información, el formato me pedía hacerlo así, en Fierro estaba más libre con el espacio».

Mientras el dibujante goza de más libertad en Fierro, no le sucede lo mismo a la protagonista, encerrada en una jaula de oro, temida y despreciada por sus captores del enemigo: el Gobierno Fluo. Mientras la historia se hace esperar en la revista, el libro está allí, reuniendo todo el material disponible hasta el momento. En estos días, además, los rosarinos cuentan con una oportunidad imperdible para pedirle a Sanz una Angella o, por supuesto, un mono con escafandra.

3 comentarios »

  1. Un groso de esos que salen una vez cada tanto. El mejor de los dibujantes de su generación, pero sobre todo un gran narrador.

    Comentarios por sobrehistorieta — junio 11, 2011 @ 2:24 pm | Responder

  2. ojala estrene pronto, que si no se pone un poco plomo la fierro

    Comentarios por Zambrano — junio 14, 2011 @ 1:30 pm | Responder

  3. el mejor!!!

    Comentarios por Nick Gregory — abril 7, 2012 @ 3:26 pm | Responder


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