Una antología que se consolida

Las antologías de La Duendes son costumbre muy saludable

Una de las costumbres editoriales más saludables del sello La Duendes son sus volúmenes antológicos. Dos años atrás, habían publicado uno dedicado a los trabajos de la web Historieta patagónica, que nuclea al colectivo. Ahora salió un segundo tomo. Desde una perspectiva editorial, se trata de un material mejor seleccionado. Las páginas que se presentan ofrecen episodios autoconclusivos y no simples muestras de lo que los autores del sitio pueden hacer. Con este simple ajuste de criterio surge un título con menos cantidad de páginas, pero más sustanciosas.

Además, y aunque el libro tiene autores invitados, estos ocupan una fracción pequeña de las páginas, lo cual permite ganar espacio a los autores del conjunto. Muchos de ellos son gente talentosa y que vale la pena leer por fuera de la sombra de sus maestros. Así que este Especial HP Blog #2 tiene trabajos de Sanyú, Alfredo Grondona White, Elenio Pico, Claudio Kappel y José Massarolli, sí, pero también el de muchas firmas más jóvenes.

Y en esas firmas «nuevas» se concentra esta reseña. A destacar, entonces, el humor «antipetrolero» de Dani Varela, que además cuenta con buenos recursos gráficos en Marea negra. Otro con buenas ideas y buen manejo del lápiz es Edu Molina, que en esta ocasión propone a Humprey Bikert, un «recio» que anda en bicicleta y disfruta de pedalear al sol.

Bikert, un recio en dos ruedas (y pedales)

En otro registro, más político, está El plan, de Daniel Galantz, con contrastes de blancos y negros para sugerir una anécdota entre el Diablo y Bush, ese hombre que decía hablar con Dios y ordenó varias guerras. Hablando de gente que charla con seres sobrenaturales, las dos historias de fantasmas, de una página, de Fer Gris, valen la pena. Confirman su consolidación como narradora y como dibujante, tras los titubeos de su propio libro (Walicho). En una línea similar va El cuidador, de Pablo Barbieri y Ríos Blanco. Es una historia sin pretenciones pero sólida y bien narrada, aunque quizás algo cargada de cuadros de texto (un rasgo que comparten muchas historietas del tomo).

Entre los relatos más humorísticos, llaman la atención El violero de Soldati, de Orx, que es una historia rockera muy pirada que podría haber tenido una página menos, pero que gana sobremanera por su remate. El exterminador, de Lalylau y Santiago K son unas poquitas páginas de humor bizarro con cucarachas. En otro extremo estético está Gretel, de Sergio Castro, que ofrece costumbrismo con estética manga, pero narración occidental e historias de una página.

Y tipos como Chelo Candia no están en ese listado de autores que empiezan a mostrarse porque hace rato que es un autor consolidado, de firme voz propia. Su truculenta historia Angelitos está entre lo mejor del libro, lo mismo que Justicia poética, de sus colegas Arce y Sanyú, una suerte de stop-motion (en lugar de dibujos, plastilina) pero en viñetas, muy bien narrado. Lo único que se lamenta de esta es que aparece en blanco, negro y grises, y sería fantástico leerla a color).

La estética oriental va ganando terreno entre los nuevos historietistas

Finalmente, unas palabras para Residuos circulares, de Matías Santellán y Serafín, una de las obras merecidamente ganadoras del concurso de historieta del último festival rosarino Crack Bang Boom. Aún sin color, aquí la historia confirma la buena narrativa y la solidez que le habían ganado elogios en su momento.

***

Ficha Técnica

Historieta Patagónica 2

Guión/Dibujo: varios

Género: antología

Editorial: La Duendes

Lanzamiento: agosto 2011

Origen: Argentina

Páginas/papel: 108, 22,5 x 15,5 cm.