Cuadritos, periodismo de historieta

agosto 31, 2013

El espacio, ese gran cabarute

Filed under: Cómic argentino,Noticias,Reseñas — Andrés Valenzuela @ 10:00 am
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Clásica y moderna

Clásica y moderna

La nueva entrega de la sección mensual de crítica de historieta llega con una novela gráfica de autores jóvenes: Segundo círculo.

En la sección de pequeñas reseñas el espacio le toca a ¡Pipí, cucú!, Oeste sangriento, Liga del mal, y Esto es el sur.

La columna de noticias se reparte entre el aniversario de creación de la ADA, las cifras del mercado francés y la situación digital en Estados Unidos.

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El espacio, ese gran cabarute

Segundo círculo es una historieta difícil de clasificar. Por un lado, sería fácil y atinado decir que es una historieta de aventuras publicada originalmente en la revista Fierro, de 2010 en adelante. Y hasta se puede afirmar que tiene un argumento tradicional a más no poder: a una chica la secuestran y el muchachito de turno sale a rescatarla. Si a esto se le suman elementos típicos del space opera, como naves espaciales, rayos desintegradores y demás, la cosa parece salida de cierto espíritu ochentoso. Sin embargo, la definición no es tan sencilla. Por un lado porque la novela gráfica que los guionistas Ariel Zylberberg y Federico Menéndez crearon junto al dibujante Rodrigo Luján abreva en un tema que circula especialmente en la sociedad argentina: la trata de personas. La chica secuestrada en el relato, al cabo, es una prostituta que ejerce su oficio en una pieza de Constitución y termina en una estación espacial para satisfacer los deseos de políticos, empresarios y estrellas de distintas razas alienígenas. También hay tráfico de drogas (unos gusanillos que estimulan directamente el cerebro, entrando por las orejas) y connivencia oficial.

Sin embargo, allí se termina la cuota “comprometida” del relato. El eje es aventura pura, sin mayor preocupación por los males sociales. El núcleo temático de Segundo círculo se encuentra en otro lado y esa faceta es justamente lo otro que aparta a la historia de sus congéneres. Es que el héroe de este relato no es el muchacho fachero que suele poblar estas épicas, sino un nerd con sobrepeso sin mayores aspiraciones sociales que la de revender a buen precio un muñeco de colección.

Con la aparición del protagonista, también, empieza a revelarse una de las principales virtudes de esta historia, que es la construcción de personajes. Además de Ezequiel (el “héroe”) y de Mandy (la secuestrada) hay que contar a Alejandro, suerte de Han Solo que encarna el prototipo del chanta argento y a Penélope, una mujer araña, prostituta estrella del cabaret intergaláctico que da nombre a la historia: una amante de las novelas dramáticas a la que fastidian las interrupciones a sus lecturas de Cumbres borrascosas y otros relatos de ese tipo. Penélope, además, sufre en silencio la incapacidad de descubrir el amor o siquiera el placer: como buena araña, si se calienta se come a su amante. Detalle que, a la postre, la convierte en un personaje clave para la historia. Además hay que contar una serie de personajes secundarios bien delineados (en eso colabora mucho el dibujo de Luján) que se entraman bien en la historia sin distraer de lo esencial.

Zylberberg y Menéndez suman algunos detalles de color valiosos, tanto en sus referencias nerds (con alusiones a Star Wars y a Star Trek a la cabeza, desde luego) como en una saludable irreverencia a ciertos modismos del género. Cuando se desata la batahola final y uno de los capos del cabaret insta a aplicar “los protocolos de contingencia” tiene que aclarar que eso significa “agarrar la guita e irse a la mierda”.

Finalmente, conviene destacar el trabajo del dibujante. Rodrigo Luján hace un notable diseño de personajes. Cualquier fanático de la ciencia ficción y la aventura espacial reconocerá inspiraciones en razas alienígenas de distintos clásicos del género, pero él las integra en un universo cohesivo y el cambalache xenobiológico que es Segundo círculo parece tener una animada vida propia. Además, narra las secuencias con solvencia y trabaja muy bien el color. El tomo que recopila la historia, responsabilidad del sello cordobés Llanto de Mudo, también incluye algunos extras por dibujantes invitados que complementan la historia publicada en Fierro.

1 comentario »

  1. Otra hazaña del justiciero enmascarado de la hta argentina

    Comentarios por oenlao — agosto 31, 2013 @ 2:14 pm | Responder


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