Cuadritos, periodismo de historieta

octubre 3, 2012

Todos los mundos de Renzo Vayra

Filed under: Cómic Latinoamericano,Entrevistas — Andrés Valenzuela @ 12:00 pm
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Vayra tiene una extensa experiencia adaptando literatura a viñetas

Descubrió en la historieta un lenguaje «fenomenal» y desde entonces no pudo dejarla. De chico, Renzo Vayra leyó clásicos de la línea clara francobelga: Tintín, Lucky Luke, Astérix. De adolescente le voló la cabeza el italiano Hugo Pratt. Aunque llevaba años estudiando pintura y luego pasaría por el grabado y la escultura de Bellas Artes, lo suyo estaba en el plumín de la ilustración y la historieta. Hoy sus compatriotas lo reconocen como uno de los mejores dibujantes e historietistas de Uruguay, versátil al punto de poder adaptar fábulas y cuentos populares o inventar sus propios mundos, dotando a cada obra del trazo que necesita. Aprovechando su visita al Festival Internacional de Historietas Viñetas Sueltas y que no frecuenta muchos eventos, Cuadritos lo invitó a recorrer su carrera y producción grabador mediante.

Este alumno de Dumas Oroño, que ya desde los dos años «dibujaba como un anormal». Empezó muy chico, a los 11 o 12, armando con amigos las historias de Chancho Alemán, un puerco durante la Segunda Guerra Mundial. «Hice cantidad de páginas de esa, pero eran cosas que quedaban colgadas lueg, profesionalmente empecé a ilustrar en diarios a los 17 y luego en una revista, allí». Su primera historieta profesional fue Cucumelo Fútbol Club. «Era una demencia, muy violenta, eran equipos de fútbol que eran monstruos y se mataban, pero la violencia más fuerte estaba en las tribunas, en lo que gritaba la gente, que también eran monstruos».

Cucumelo FC, una puerta abierta fruto del desempleo

«Lo que sucedió con Cucumelo FC es que en el 98 estaba sin trabajo y me fui a Punta del Este a dibujar en la calle, cuando llegué encontré que había cantidad de gente que hacía retratos y caricaturas y todos trabajaban con una velocidad impresionante, entonces había inventado que, creo que por cinco dólares, yo hacía un monstruo que los niños me iban describiendo», cuenta Vayra, «hasta que pasó el Tata Alcuni, que es un dibujante muy reconocido allá, y me dijo que lo presentara en algún lado, ¿y en Uruguay qué podía ser? Fútbol, no otra cosa. Así que adapté los monstruos que venía haciendo al tema».

Juan el zorro llegó cuando a los editores de Guambia, la revista donde se publicaba Cucumelo FC, la violencia les pareció excesiva. Entonces el dibujante recordó sus ilustraciones de las fábulas del burlador y propuso adaptarlo al relato secuencial. «Ya lo conocía, lo tenía bien leído, dijeron que sí y arranqué, al final fue un montón de tiempo, porque hice una página semanal». Seis años y 300 páginas después, aún tiene cuentos que adaptar, aunque, desde luego, no se quedó allí. Adaptó otros relatos y -también- le rebotaron proyectos en la misma línea.

Vayra es muy riguroso en las adaptaciones y rara vez quita siquiera palabras al texto original. Su aporte -explicó durante la charla de apertura del Festival- y repitió ante el grabador de Cuadritos, pasa por completar el mundo. «A vos te cuando en un libro te hablan de la ciudad por la que camina un personaje, queda implícito que hay cordones de vereda, semáforos, ómnibus, tráfico, cartels luminosos, pero eso no quiere decir que te lo imagines todo, al adaptar a historieta estás obligado a imaginar y dibujar todos esos detalles».

El mundo de los sueños tiene tanto peso como el de la vigilia en las aventuras de Sofía

Aunque trabajó en muchas otras adaptaciones, su personaje más personal es Sofía, la protagonista de ficciones propias como El altillo de la memoria o Encuentro en Sáked. «Ella es un personaje que reune ciertas cualidades que tienen personas con discapacidades, tuvo un problema para caminar y estuvo a punto de quedar en silla de ruedas», cuenta Vayra. Su heroína es un piloto de pruebas de aviones, con los que es particularmente sensibles. ¿Un oficio suicida? Lejos de ello. «Cuando investigué el tema encontré que los tipos no contratan suicidas, quieren justamente gente que sienta miedo, que le ponga un límite a la prueba, porque necesitan que el tipo baje a tierra y no sea un anormal, porque además apenas aterriza lo rodean todos los técnicos y lo someten a un montón de preguntas, así van testeando el avión», explica, «claro que hay fenómenos que no se pueden controlar y a veces se les va la mano».

En el universo de Sofía hay dos mundos. «Uno es sumamente fantástico, no tiene día ni noche, se entreveran los personajes y creo que viene por el lado de los sueños», describe el entrevistado, «luego está el mundo concreto, que sí es el nuestro». Aunque el mundo concreto está inspirado en el real, las historias transcurren en el Archipiélago, de ubicación geográfica imprecisa.

«La historia que traje para Viñetas Sueltas trata justamente sobre los sueños, un tema que me llama la atención desde todo punto de vista», señala Vayra, «me ha sucedido cuestionarme si cuando soñás podés darte cuenta y encarar a alguien en sueños». Tanto porfió, cuenta, que al final se salió con la suya y pudo hablar concientemente con otros personajes de sus sueños. «Aunque fue fantástico lograrlo, también fue una decepción porque no ocurrió nada extraño, todo lo armaba mi cabeza».

«Igual lo del mundo paralelo en las historias de Sofía está desde mucho tiempo antes de esa experiencia, pero es un mundo de sueños en el que hablás con gente que no conocés, o que está ahí en roles que no son los que realmente tienen». El uruguayo no da prioridad a ninguno de los dos mundos. «Me divierten ambos, uno es muy lógico y allí todo se desarrolla de forma secuencial, directa, aunque puede tener un escape con cosas locas, pero el otro ya es completamente loco, no necesito guión siquiera, empiezo a dibujar, a poner disparates y se arma completamente sólo».

Horacio Quiroga, también bajo el plumín adaptador de Vayra

En el Archipiélago se perciben numerosas alusiones a la dictadura uruguaya. Según explica Vayra, a la experiencia militar de su lado del Río de la Plata hay que sumar la historia familiar. «Mi viejo vino en el 50, toda su familia es de piamonteses, él vivió la ocupación alemana y las historias que conozco de él de niños son con la ocupación del norte de Italia, donde si bien comparado con otros lados…», deja las atrocidades a la imaginación del interlocutor.

Por otro lado, su madre es hija de republicanos españoles, cuenta, y su abuelo fue uno de los que fundó los comités de ayuda republicana en Montevide. «No olvidemos que hasta mediados del siglo XX Europa fue una peste, hambruna y guerra tras otra, así que los que vienen de allí traen esta cosa super violenta». Una violencia que perdura. «Cuando hice el servicio militar nos estaban por mandar a los Balcanes, cuando vi las imágenes de lo que estaba pasando no dormí en días», reconoce.

«El tema de la guerra en la historieta viene por ese lado, y el de la dictadura, porque yo era chico cuando pasó en Uruguay, a casa vino Armida, uno de los bastardos más grandes, de lo peor, de lo más repugnante de la historia que hubo: un torturador y un asesino, él allanó mi casa y mientras interrogaba a mi madre me paseaba en brazos, un hijo de puta de aquellos».

6 comentarios »

  1. Renzo es de los artístas más increibles que conozco. Es super disciplinado, al punto de pasar días laburando prácticamente sin dormir. Excelente guionista y dibujante, así como grabadísta pintor músico(toca un laúd que se mandó construír y guitarra). Un genio.
    Recomiendo que investiguen acerca del grupo El Pasaje, que Vayra fundó junto a Roberto Poy(editor de revista Vagón, la primer revista antológica de historietas de Uruguay) y Daniel Pereira. Los tres son unos monstruos. En mi opinión los mejores historietístas uruguayos. Siempre explorando nuevas posibilidades y llevando la historieta más allá de los límites conocidos.

    Comentarios por Sebastián Martínez — octubre 3, 2012 @ 1:07 pm | Responder

  2. Un grande, el señor Renzo Vayra.

    Comentarios por santullolee — octubre 3, 2012 @ 1:49 pm | Responder

  3. Que monstruo, no lo conocia.

    Comentarios por Dokeck — octubre 3, 2012 @ 2:13 pm | Responder

  4. […] de varias entrevistas. Por el grabador del cronista pasaron Marco Tóxico, Fabio Zimbres, Joni B., otra vez Renzo Vayra y Carolina del Valle para una producción para Página/12, Jean-Luc Schneider para […]

    Pingback por Crónica con una chica de blanco « Cuadritos, periodismo de historieta — octubre 4, 2012 @ 1:01 pm | Responder

  5. Que bueno che, no lo conocía tampoco. Lo que comenta sobre los sueños es posible, se le llama sueño lucido. Uno es consciente que sueña y tiene cierto control sobre el sueño. De ahí a proyectarse astralmente hay un pasito. Sorry por el Offtopic

    Comentarios por Arekasadaro — octubre 5, 2012 @ 2:35 am | Responder

  6. realmente es un tipo especial renzo…. no hay reservas entre sus experiencias su historia y su labor de narrador visual. Quizas el se inscriba natrualmente entre el selecto grupo de verdaderos creadores como su admirado Hugo que paradojicamente era italiano y habia sido soldado (tenia esa formación y ese conocimiento «profesional» de la guerra y los ejércitos). Aprecio su carrera y todo lo que le queda por hacer.
    indiomuxica.

    Comentarios por nicolás rodriguez juele — May 29, 2013 @ 12:17 am | Responder


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