El orden del desorden, para Sala

Sala explica la construcción de sus tiras a Cuadritos

Quien lee sus tiras espera encontrar un increíble delirante. Pero Gustavo Sala es uno de los tipos más normales del mundo. O casi. Cuenta con una energía creativa impresionante que lo lleva a dibujar historieta para el Suple NO, de Página/12 y la revista Fierro. La misma lo empuja al escenario en su obra Afeitándose en Alemania y que lo metió en bandas de música. En la víspera de la vernisagge de su exposición “Desorden en la sala” en el Espacio Historieta del Centro Cultural Recoleta (Junín 1930, Capital), Sala acepta sentarse café mediante con Cuadritos. Al llegar, él ya está ahí componiendo canciones y bien dispuesto al diálogo.

Sala, que asegura ser “un tipo serio que trabaja de gracioso”, espera las preguntas con el gesto reconcentrado y cuenta que le gustan los nombres relacionados con la carne y así surgió Bola de lomo, al pasar por una carnicería y verlo escrito en tiza sobre pizarra. Tenía el título para su tira. Pero pasó días después por otra carnicería y vio Bife angosto. Bajo esa denominación, la tira lleva tres años y Ediciones de la Flor acaba de publicar una recopilación. “Era un título que me permitía incluir cualquier cosa”, explica, “porque no era ni una tira de personajes ni que desde el nombre definiera el tono”.

Esa misma lógica es la que se aplica a Afeitándose en Alemania, el show que monta durante los veranos marplatenses con su amigo Pablo Vasco. Pensado “para salir del ostracismo del dibujo y balancear la quietud mental de mirar durante horas un papel”, el espectáculo mezcla sketchs, monólogos y canciones. “Un formato de tele, teatro, historieta y radio”, arriesga el autor, “porque tiene elementos de cada cosa”.

Tapa del Bife Angosto editado por De la Flor

Volviendo a Bife angosto, “sale como un intento de publicar algo en un medio como el Suple NO, que es básicamente un suplemento de rock o cultura joven”, explica sobre la tira. Para proponerla tomó elementos de sus viejos fanzines y colaboraciones que había hecho en publicaciones independientes sobre heavy metal.

De esa época, y superviviente hasta hoy, es el inefable “fanático de los Redondos”, ese que sólo sabe responder “aguante los Redondos” sin importar qué pregunta le hagan. Surgió en el fanzine Falsa Modestia, que publicaba en soledad marplatense, como “un chiste cuya gracia surge de la repetición y limitación del recurso”. Pero el personaje pegó en su momento y lo sigue haciendo, aunque ahora suele quedar relegado al curioso espacio de la subtira. “Me da un poco de culpa hacerle toda una tira, sería desperdiciar una tira semanal, así que lo uso como un bonus que aparece cada tanto, no entorpece demasiado y aporta su granito de arena”.

Hasta hace poco, una de las computadoras de la sección Cultura&Espectáculos, de Página/12, tenía de fondo de pantalla una tira de Sala (ver recuadro). Estaba protagonizada por Martín Casanova, conocido en el ambiente de la historieta por ser el editor de Domus. La tira era parte de una serie ¿involuntaria? que involucró a editores de historieta y periodistas del Suple NO y de C&E. “Es un recurso más para que se rían 20 tipos”, apunta Sala y pareciera que pide disculpas, “mientras no entorpezca el chiste final es válido, es una especie de bono que le das a un tipo que por ahí ni siquiera conozco y me parece gracioso”. Lo importante, señala, es que no sea importante saber quién es para entender el chiste.

Casanova y su huevo kinder

Tirá para arriba, que todo sale en el baño

En Fierro comenzó haciendo Tiras para arriba, una serie de unitarias que le “permitían hacer algunas cosas demasiado experimentales o zarpadas para lo que era el NO, que era algo más rockero y menos virulento”, afirma. La frase provoca escepticismo en el entrevistador. En Bife Angosto el historietista hace salir a Arjona de un huevo kinder, cuenta que Cindy Lauper mata de aburrimiento a sus fans o predice que en el futuro estaremos bebiendo canciones directamente de las ubres de las vacas. “Es que al principio había un consigna desde el editor de que la tira dijera más con menos, sin ser tan explícitos desde lo gráfico”, explica, “entonces sabía que la cosa más zarpada o que me causaba gracia por lo guarro iba a entrar en Fierro sin problemas”.

Tras algunos meses de tirar para arriba, Lautaro Ortiz le sugirió hacer algo más extenso. “Y me vino esa sensación de no saber qué hacer que te pasa cuando te acostumbrás a un formato: yo ya pensaba en cortito”, recuerda, “se me ocurrían historias para dos páginas y terminaba haciendo una tira pequeña”.Algo que adjudica “a un sentimiento de culpa e inseguridad” propios. “Una tira te permite bardear más que una historieta de página entera que estás pidiéndole más tiempo al lector, con una tira si el chiste es boludo pero le hizo mover la boca ya garpó”, reflexiona.

Así surgió El Baño “como una cosa unitaria para ver qué pasaba” y que caló inmediatamente en buena parte de los lectores, y en Juan Sasturain, director de Fierro. “Él vio la posibilidad de hacer una serie con eso, una especie de Puertitas del Sr. López psicodélicas, donde usar la excusa del baño para contar diferentes cosas”. Así narró la rebelión mundial de los inodoros (que el crítico Fabio Blanco calificó de “genial” y de “revolucionario” durante la producción de la nota por los dos años de la Fierro) o la vida de un “perro de mierda”.

Sala en Fierro

“Con El Baño trato de divertirme a mi mismo”, explica, “quiero que vaya para cualquier lado pero que al final todo tenga un sentido, que las cosas sean violentamente gratuitas, pero que termina de alguna manera razonable”. Suerte de universo con reglas propias y coherencia interna, “si hay una historia ya está, después le iré poniendo los chistes”.

Puesto a hablar de si mismo, Sala remata, ahora sí, con el delirio que refleja en sus tiras: “mi vida es un carrousel de emociones, como cien Gran Hermanos uno arriba del otro. Si yo fuera vos me envidiaría y quisiera ser yo. ¡Estoy pensando en filmar una película sobre mi vida! Que voy a protagonizar yo, por supuesto. Así que un saludo para todos los que me conocen”.