Cuadritos, periodismo de historieta

abril 17, 2011

«Si no aprendés nada, viajaste al pedo»

La música ocupa un lugar primordial en las influencias de Pazos

Federico Pazos no había publicado más que páginas autoconclusivas en su blog y algún fanzine cuando se apareció con una novela gráfica: La ciudad de los puentes obsoletos. Se la publicó la Editorial Común, el sello de Liniers. No fue, sin embargo, un libro improvisado ni armado sobre la marcha. Fue un proyecto que le demandó más de tres años aunque, parece ue se retara, «con un poco de disciplina lo terminaba en dos». Libro poético, musical y gráficamente exquisito, La ciudad condensa una década de experiencias vividas y páginas dibujadas, pero eludiendo cuidadosamente la corriente autobiográfica.

En La ciudad de los puentes obsoletos conocemos a Paco, un muchacho simple que va a buscarse la vida a otra urbe y se descubre perdido en otro mundo. Se va de viaje para adentrarse, insospechadamente, en otro viaje. A Pazos, cuenta, el proceso le sirvió para retomar personajes e imágenes que había cultivado durante años de dibujo, volcar intuiciones sobre sus propias mudanzas (hace algún tiempo vivió tres años en España) y como «evolución» historietística, un intento de hacer «algo más desarrollado y con una estructura más lineal».

«Todas las imágenes vienen de algún lado, de un sueño, o una metáfora», explica el dibujante, «pero me pasó también que en los últimos años cuando hacía historietas de una página empecé a esconder todo debajo de los dibujos, en una especie de poesía barata», y enseguida duda del término, pero se rinde cuando no encuentra uno que refleje mejor esas ideas que quedaban «debajo de algo bastante más abstracto», cada vez que quería contar algo.

«Igual no es autobiográfico», advierte, «el personaje no soy yo, ni reacciona como yo lo haría». Eso no significa, sin embargo, que sea un trabajo impersonal. «Una vez hice una historieta que se llamaba así y era un poco sobre una situación que tuve en España», rememora y reflexiona sobre la idea del viajero que pierde su norte. «Salís a buscar algo y te terminás yendo a la mierda, te puede pasar que olvides la búsqueda y te pierdas en el camino». Pazos ve algunos peligros en eso, «si tenés suerte pasarán algunas cosas en el proceso, pero al mismo tiempo no termina de sucederte lo que querías y no sabés apreciar las cosas con las que te encontraste».

"La ciudad de los puentes obsoletos" original, que sirvió de base a la novela

De ahí viene el caracter mítico de la Ciudad, poblada por arquitectos e ingenieros que construyen puentes sólo para abandonarlos y construir otros nuevos. «Los hacen aunque ya no sirven para nada, porque perdieron el rumbo, creo que eso traté de explicarlo», dice algo preocupado, porque cuenta que en las distintas críticas que leyó parecen no haber quedado muy claras sus intenciones. «El camino se convirtió en la búsqueda misma, el viaje a la nada, igual que un oficinista, solamente que yirando: porque si no aprendés nada es que viajaste al pedo».

Quizás por eso la novela tiene una dualidad, a la vez de paisaje onírico y de aventura. «En esta poesía barata, de utilizar imágenes para que representen algo más simbólico, yo quería una narración un poco más psicológica para el personaje, que se note que no es sólo un viaje sino una especie de búsqueda personal, psicológica y emocional suya, y que esté presente eso, pero también que es una historia de aventuras, poder explotar estos personajes locos que aparecen y el lugar».

Aunque tenía muchas ideas antes de comenzar el libro, la producción trastocó sus planes. Se encomendó a sí mismo un orden riguroso, acaso herencia de sus estudios con Alberto Salinas, quien le aportó sus fundamentos historietísticos en composición y narrativa. Primero escribió todo el guión, luego bocetó las 130 páginas, para después dibujarlas y, finalmente, colorearlas. Narrativamente, el viaje mismo se convirtió en ordenador de la acción, cuando inicialmente el plan del autor era darle ese papel a un chamán. «Había leído mucho de chamanismo y sus viajes desde un lugar más inconsciente, espiritual o como quieras llamarlo, pero terminó yendo para otro lado», recuerda y hay como un dejo de pena en su voz. El personaje le gustaba, pero lo sacrificó en pos de armar el relato como lo creyó adecuado. «Además me gusta mucho el simbolismo de su figura, porque para mí los chamanes de hoy son los artistas».

Diez años atrás, con esta página Pazos decidió que empezaba su carrera "como autor"

A la hora de mencionar sus influencias enumera colegas (el mentor Salinas, los «Catzole» Salvador Sanz, Javier Rovella, Sebastián Ramseg, o Fernando Calvi), pero sobre todo aparecen los músicos. El sonido juega un papel central en su desarrollo, como atestigua en una pared cercana una guitarra. «Estéticamente el chamán era una mezcla de Nick Cave, Tom Waitts y Johnny Cash», comenta, «me interean mucho los ambientes y las atmósferas y en ese sentido le robé más a Tom Waitts que a un dibujante de cómics». Además, señala que tiene más amigos músicos que dibujantes, como quedó claro a quienes asistieron a la presentación de su libro. «De hecho tengo una banda en la que lo que más me divierte es hacer los flyers, ¡es una banda de mierda pero con unos flyers hermosos!», bromea, «el único que no sabe nada de música soy yo, pero tengo un vozarrón», se pone serio.

El protagonista de la novela, por otro lado, es el personaje que menos le interesó desarrollar a Pazos. «Es el más básico, el más simple, y es porque no me importaba más que el viaje o lo que él se encuentra, Paco importa por todo lo que le pasa, porque funciona como un imán». Tampoco parece aprender gran cosa el muchachito del periplo. «Quería también dejar cosas a la interpretación e imaginación del lector, aunque sin hacerme el poeta loco, creo que lo que quise decir se entiende bastante bien, y en todo caso si no se entiende es más por una cuestión de torpeza narrativa mía».

El final, reconoce, es el punto débil de la novela. «»Entiendo que es un final que a mí, como lector, no me cabe, aunque como autor no podía poner otro. Me quedó críptico, pero creo que por no haber sabido resolverlo bien, porque no podía cambiarlo», considera, «podría haberlo contado de otra manera, agregar cierta información, pero que yo confío que si la buscás en el libro, está».

6 comentarios »

  1. Bueena, gracias Andrés.
    Igual, si se vale, hago una nota al pie que merece mención.
    La banda en la que canto no es una mierda eh. Si tengo la inmnensa suerte de estar con estos amigos deformes que tocan hace mil años y como unos hijos de puta. Para mí son GENIOS y sonamos como un elefante militar borracho y en celo, y cantar ahí es lo más divertido del mundo. Supongo que lo que estaba diciendo es que no es algo formalmente serio porque tocamos hace cinco años y no tenemos ningún tema nuestro. Igual de estar yo en el público la seguiría con papel picado y antorchas. De hecho tomá mirá, dejo el bandcamp http://losbuitresdelinfierno.bandcamp.com/

    Bueno, creo que iba a aclarar algo más, pero con ésto ya estoy por ahora.
    Un saludo, Andrés!

    Comentarios por Federico Pazos — abril 17, 2011 @ 5:20 pm | Responder

  2. grande fede!! tengo que leer este libro, sigo tus pasos desde hace mucho y me encanta verte convertido en un autor poderoso y con libro propio!
    abrazo grande y felicitaciones.

    Comentarios por salvadorsanz — abril 17, 2011 @ 11:23 pm | Responder

  3. ¡Felicitaciones! Tengo que salir corriendo a comprar ese libro.

    Comentarios por soleotero — abril 18, 2011 @ 8:50 am | Responder

  4. Me parece que Fede es tan pero tan buen dibujante, tan generoso y entregado con un lápiz en la mano, que sus intentos de explicar con la boca lo que hace con todo su ser, siempre le van a quedar cortos.

    Comentarios por Diego Parés — abril 22, 2011 @ 6:16 pm | Responder

  5. Me gusta la idea esa que tira Parés, de dibujante generoso y entregado con un lápiz en la mano. Creo que pienso lo mismo. Hay como una alegría por el dibujo, en lo que hace Fede, que se contagia…

    Comentarios por franlopez — abril 23, 2011 @ 2:41 pm | Responder

  6. […] (Av. Santa Fe y Av. Sarmiento, Capital Federal) firmarán sus libros PowerPaola (Virus Tropical) y Federico Pazos (La ciudad de los Puentes Obsoletos). A las 19 en el stand compartido por Moebius y OvniPress […]

    Pingback por Agenda semanal (¡actualizada!) « Cuadritos, periodismo de historieta — abril 28, 2011 @ 12:20 pm | Responder


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