Cuadritos, periodismo de historieta

febrero 6, 2011

«Macanudo es lo que yo digo»

Filed under: Cómic argentino,Entrevistas — Andrés Valenzuela @ 10:00 am
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Liniers se ríe, gesticula, disfruta y hace lo que quiere, también un personaje de sí mismo.

«Vení, vamos al bar que casa es un jardín de infantes», sugiere Liniers con unos cuadernos y libros en la mano, anteojos de marco grueso y la sonrisa afable que le conocen de sobra quienes en algún momento lo trataron. Encara unos metros, apenas, alejándose de los edificios de Cancillería, por una vereda angosta. El mozo lo reconoce, algunas cabezas se giran, pero nadie dice nada. No debe ser la primera vez que lo ven con un grabador delante. Cuando el mozo acomoda el café sobre la mesa hay que mover el Macanudo #8, recién salido de imprenta. El resultado del color lo tiene más que satisfecho. «En el anterior no estaba muy conforme, había quedado un poco apagado, acá salieron más definidos, con más fuerza», reconoce el dibujante que firma los documentos legales como «Ricardo Siri», el nombre con que vino al mundo.

Cuando enumera los proyectos que tiene entre manos, surge de entre sus papeles una agenda de papel reciclado, algo ondulada por la humedad de las acuarelas. Es su cuaderno de bocetos para una adaptación que está haciendo sobre los cuentos de un escritor mexicano. Enseguida vienen a cuento sus intervenciones en los recitales del músico Kevin Johansen. La colaboración surgió tras años de una amistad que comenzó cuando Liniers lo dibujó en una de sus tiras de Bonjour, el espacio que por entonces ocupaba en el suplemento juvenil No, del matutino Página/12. «Los más sorprendidos son los de mi familia inmediata, que me conocen de niño como a una persona super tímida, introvertida y lo más lejos posible del escenario», cuenta, «ahora van a verme y sufren, ¡Ricardito! ¡Qué no cante, que no cante!«. Y ríe con ganas.

«Siempre siento como una mirada que me está diciendo eso no se hace, de parte de ciertos humoristas e historietistas», apunta, «claro, vos no te imaginás a Quino haciendo payasadas arriba de un escenario, pero yo me puse a hacer historietas también porque en algún punto dije voy a hacer lo que se me canta el orto con mi vida«. Los primeros pasos, admite, le costaron no cierta culpa. «Me autotorturaba… ¡¿qué va a pensar Diego Parés?!, ¡me va a matar!«, ríe, «después me di cuenta que sufrí mucho más cuando pensaba qué iba a decir mi viejo cuando supiera que no seguía más derecho… igual creo que con el tiempo Diego lo aceptó, aunque un costado de su corazón nunca lo va a superar».

Entre Bonjour y Macanudo desapareció la acidez. ¿Te volviste bueno?

– No, no es que me volví bueno. Por un lado hay diferentes líneas editoriales. En Billiken tenía que ser más bueno todavía. El humor de Bonjour me divierte mucho, pero ahora lo tiro por Twitter. Siempre encuentro un lugar donde poner mi lado oscuro. Pero no era esa la tira que yo quería hacer. Mi fantasía era un Calvin & Hobbes, un Mafalda, una donde no necesitas del shock sino que podés ir construyéndola de a poco, en un tono para grandes, inteligente. Pasa que por entonces no me conocía nadie y tenía que llamar la atención. La mejor forma era usar la sorpresa, que si viene con violencia y humor negro, mejor. Así que hacía lo más descabellado que se me ocurría, lo que me parecía que podía generar algún bardo. ¡Y nunca se generaba ningún bardo! Una vuelta hice una tira con Jesús rodeado de modelos raquíticas, como si hubiese tenido top models en lugar de apóstoles, pero ninguna quería comer pan porque engordaba. Pensé que capaz algún facho iba a saltar, pero nada.

"Por primera vez me permití jugar con el título en tapa y esconder un poco mi firma"

La transgresión como método.

– Quería llamar la atención. Ese estilo me causa mucha gracia, pero también se me debilita rápido. Tenés que subir la apuesta y llega un momento donde de tanto que decís poronga pasa a ser una palabra más. Me acuerdo cuando (Antonio) Gasalla dijo por primera vez “forro” en televisión. Había roto una barrera, era groso, hasta artísticamente interesante. Ahora que alguien diga “culo” es casi triste. Si la mala palabra no tiene algún contenido no sirve. El humor de shock tiene ese límite. Me gustan muchos humoristas que lo usan, pero llega un momento donde no me causa la carcajada que me hacen otras cosas. El humor absurdo sí. El humor de observación tiene más larga vida. Woody Allen sigue haciéndome siempre la misma gracia, en cambio cosas que en su momento me hicieron mucha gracia, como Cazador después no me chocaba porque era pura repetición.

¿Por eso el planteo de formato libre en Macanudo?

– Cuando pasé de la tira semanal a la tira diaria me dio pánico porque no sabía si yo podía hacer un chiste todos los días. Una vez por semana andaba. Acá se septuplica tu laburo. Así que lo plantee medio como Bonjour: un espacio libre absoluto. No quería casarme con un personaje ni con un registro de humor, ni siquiera con un tipo de dibujo o formato de cuadritos. Sí quería romper con las dos tiras una arriba de la otra, de Bonjour. Acá dentro de ese cuadrado quería que valiera cualquier cosa. Por cagazo, no por heroismo, dije voy a hacer lo que a mí me hace gracia. De ese caos, con dos o tres reglitas básicas: dibujar en tinta, colorear en acuarela, los ojos son blancos y el espacio es este (dibuja con los dedos un rectángulo imaginario sobre la mesa). Eso lo hizo difícil, porque al principio nadie sabía para dónde iba, quién era el personaje, quién era Macanudo, que si el pingüino o qué. Nadie entendió nunca que Macanudo no es un personaje. Me preguntan si soy yo.

¿Qué es Macanudo, entonces?

– Yo lo quería abierto. Quería poder hacer todos los experimentos. A mí en la historieta, y creo que se nota, me gusta todo. Como también me gusta todo en cine, en literatura. No quería tener que hacer un tipo de humor. No quería el de chicos que actúan y piensan como adultos. Tampoco quería hacer absurdo y listo porque en un momento, como el shock, se torna insoportable, pero lo quería adentro. Con el humor de observación, lo mismo. De angurriento que soy no quería dejar nada afuera. Salió así. Y me tuvieron paciencia, porque al principio se quejaba todo el mundo. Entregaba tiras y el editor me decía “¡pero esto no es Macanudo!” ¿Cómo que no? A veces le ponía otro título, otro titulito. Oliverio, por ejemplo y me decía “pero no es Macanudo, ¡es Oliverio!”, y todo el mundo lo mismo. Macanudo es lo que yo digo.

Las "entrevistas dibujadas", su nueva exploración, cercana al biocómic

El proceso le permitió construir una imagen de historietista distinto. Un humorista gráfico que rompía con los códigos del género y, a la vez, conseguía despertar ternura en sus lectores. Sin darse cuenta, se convirtió en el abanderado de un nuevo modo de hacer humor gráfico en el país, sin remate y sin la estructura tradicional del chiste. «El que lo arruinó», bromea y vuelve a reir. «Creo que es algo que había pasado quince años antes en la televisión, al menos en Argentina, porque en Inglaterra había pasado hace 30 con los Monty Phyton», considera, «programas como Cha Cha Cha que funcionaban porque la idea era graciosa, pero después al final no hacían un remate. Era decir mirá qué raro es esto y pasaban a otra cosa. Ren y Stimpy también tenía esa mecánica. También creo que está la necesidad de tomar desprevenido al lector, porque el humor tiene mucho de eso. Veías al Gordo Casero disfrazado de Batman y no sabías cómo terminaba».

Su aparición, junto con la de otro montón de humoristas gráficos más jóvenes que siguen esa tendencia puso en debate el concepto mismo de humor gráfico, su vigencia e, incluso, si su trabajo encaja dentro de esa categoría. «No sé si lo hace, no soy tan fanático de las definiciones tajantes», señala Liniers, «esa es otra diferencia básica que tengo con Parés: es historieta, es novela gráfica, es cómic, me chupa un huevo cómo le digan, si tiene dibujitos, la puedo leer y me entretiene, listo. No me importa cómo se llama eso que es Tintin, me gusta Tintin«. El creador de Enriqueta, Fellini y Olga, entre otras decenas de personajes, explica que prefiere tomar el humor «en el sentido más amplio de la palabra», e incluye en esa lista al mal humor, el absurdo y el «medio raro», independientemente de su capacidad para causar gracia.

¿Cómo surgió la idea de las entrevistas dibujadas?

– Una vez charlando con Lisandro Aristimuño habíamos tenido esta idea. De hacer algo y dibujarlo. Y convertirlo en historieta y publicarlo en Hecho en Buenos Aires, que era donde estaba también en esa época. Siempre me quedó la idea de que era una narración super establecida y que el caso más cercano que conozco es Joe Sacco, que hace crónicas de guerra y va, entrevista, y después lo pone. Pero no es como esto, sino más tipo crónica con investigación. O sea: lo de él es mucho mejor.

«El concepto es ir a charlar con alguien y después jugar con la imagen para completar la entrevista», explica, «que es lo que se trata de hacer con las fotos, ¿no? Un diálogo entre el texto y la imagen. Pasa que los historietistas tenemos muchas más armas. Si (Ricardo) Darín me dice el teatro es como un tuco, yo puedo dibujarlo a él metido dentro de un plato de fideos, como si fuese un yacuzzi».

Liniers es capitán de su tira, del mismo modo que construyó (y fluyó con) su propia carrera

Como -asegura- suele sucederle, la idea lo dejó parado frente a Darín sin mucha idea de cómo continuar. «No soy entrevistador, no hago los deberes», comenta señalando el cuaderno del periodista, «entonces capaz le cuento de mí; después cuando voy a bajar la entrevista me escucho y me quiero matar». Una experiencia placentera, sin embargo, con la suerte de haberse encontrado con entrevistados que le interesaban. «Si no me gusta el personaje me cuesta mucho hacerlo. No sé, si tuviese a Peter no sé cuanto, el pibe ese de Tinelli, no sé qué preguntarle. No sabría cómo encarar la tira. Me saldría bardearlo, ¿te da la cara para hacer esto? Tampoco le voy a dar un bife a Ricardo Fort, que debe pegar más fuerte, o al menos tiene más gimnasio que yo».

Estética de la bondad

Tiempo atrás, este sitio publicaba un artículo que buscaba dilucidar algunas claves sobre el trabajo de Liniers. Se llamó «Estética de la bondad» y, entre otras cosas, sugería que en Macanudo el dibujante había desterrado la maldad como elemento de su universo historietístico. Para el entrevistado, sin embargo, esto no es exactamente así. «Hay una tristeza, hay perdedores, hay una maldad ultraterrena», anima una definición.

¿Eso es maldad?

– Es maldad que nos hagan esto (señala el aire con las palmas hacia arriba)… que nos vamos a morir, ¿me explico? Es verdad que es mucho menos maliciosa que Bonjour, o que yo mismo cuando me pongo a twittear y bardear a alguien. Pero tampoco soy muy fanático de eso. A veces tiro un chiste muy malo contra alguien, contra Fort, por ejemplo, y… que haga su vida, que tengo que ir diciendo yo. Pero a veces te dan ganas, escuchás que dice algo, pensas este es un tarado y querés gritarlo al mundo. Pero después reflexiono… ¿es importante decirlo?

Está bien, pero tampoco hay un antagonismo o una maldad inherente en la estupidez o el destino.

– No. No es que no hay maldad. Hay como un optimismo, me parece. Soy conciente que mi humor es radicalmente opuesto al de (Sergio) Langer. Es un genio. Pero él ve lo peor del mundo constantemente. Toda la rabia que le genera esta estupidez y esta ignorancia le cae a los dibujos y hace un humor que va a los tobillos. Si lo leés, sabés que no es la persona más optimista del mundo. Ve llegar a alguien o algo y detecta enseguida qué defectos tiene. Yo soy al revés, trato de medir para arriba. Cuando conozco a alguien puedo creer que es un boludo, pero tiene que tener algo bueno. Tiene que tener un costado positivo. Hay que examinar un poco más. Vamos a dejar pasar una boludez que es mala, porque por ahí cuando uno se mira a sí mismo, también las tiene. Te das cuenta que somos todos raros. A partir de eso podés armar una cosa optimista. Si yo soy raro, voy a ver qué tengo de bueno y qué tiene de bueno cada uno. Así armé mi forma de ver el planeta sin querer tirarme por la ventana. Tengo dos hijas. Tengo que pensar que las traje para algo que no sea muerte y destrucción.

13 comentarios »

  1. Muy buena entrevista.

    Comentarios por Rodolfo — febrero 6, 2011 @ 12:41 pm | Responder

  2. Una de tus mejores entrevistas, Andrés. Felicitaciones.

    Y ese titular, poderosisimo.

    Abrazo!

    –L

    Comentarios por Loris Z. — febrero 6, 2011 @ 4:07 pm | Responder

  3. Excelente entrevista, Andrès.
    La ùltima respuesta de Ricardo, muy linda.
    Muy buen blog 🙂

    Comentarios por Daniel — febrero 6, 2011 @ 4:52 pm | Responder

  4. «Mi fantasía era un Calvin & Hobbes»… eso sí que no me lo esperaba.
    Fantástico Macanudo. Siempre un placer leer a los grandes.

    Mil gracias.

    Comentarios por Jaime — febrero 7, 2011 @ 7:08 am | Responder

  5. Antagonistas: Parés y Ricardo Fort…
    Genial…

    Comentarios por Julián — febrero 7, 2011 @ 9:09 am | Responder

  6. Muy buena, Andrés. Qué buena perspectiva que mantiene Liniers sobre su propio laburo.

    Comentarios por Diego — febrero 7, 2011 @ 5:05 pm | Responder

  7. Gran entrevista. Gran entrevistado.

    Qué más querés?

    Comentarios por Luciano Saracino — febrero 9, 2011 @ 2:23 pm | Responder

  8. Recien leo este reportaje. Es un divino, Ricardo.
    El otro día te vi cocinando en la tele y si, no puedo evitarlo, pero que me importa, ta todo bien.

    Comentarios por Diego Parés — febrero 13, 2011 @ 6:04 pm | Responder

  9. […] y más por el sentido. Zuloaga se reconoce profundamente influenciado por el trabajo de Liniers. “No tengo la experiencia del chiste con remate, no hago la secuencia tradicional de […]

    Pingback por Un mundo de copitas « Cuadritos, periodismo de historieta — febrero 20, 2011 @ 10:05 am | Responder

  10. […] El viernes (6/5) a las 19, Liniers (Macanudo) y PowerPaola (Virus Tropical), en el stand de Moebius/OvniPress (Pabellón Azul, […]

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    Pingback por Liniers quiere más « Cuadritos, periodismo de historieta — septiembre 19, 2011 @ 4:00 pm | Responder

  13. buena entrevista, siempre sumando Liniers

    Comentarios por PAIO — noviembre 15, 2011 @ 8:36 pm | Responder


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