Cuadritos, periodismo de historieta

febrero 28, 2010

Charla con Big Bang López

Filed under: Cómic argentino,Entrevistas — Andrés Valenzuela @ 10:00 am
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López llega tarde a la entrevista, pero compensa con chocolatada y galletitas con "chia" ("la nueva vedette de la comida sana", informa)

Mientras sirve chocolatada, Fran López cuenta que le fascina la serie Lost. «Desde el principio uno sabe que los tipos no van a poder cerrarla, pero no importa porque juegan muy bien con los elementos y logran un gran ejercicio formal», asegura. Luego la distendida charla previa deriva hacia Big Bang Theory. El muchacho propone una posible clave para el éxito de esa serie de geniecillos académicos y dudoso talento social. «Creo que lo más importante es lo bien guionada que está», explica, «porque vos te llegás a interesar y comprometer con los personajes, empezás a querer que Leonard se enganche a Penny». Y concluye que «no son sólo dos nerds sin personalidad, sino te harían morir de la risa con los mismos chistes, pero no te engancharías, son personajes con humanidad».

Sentado en la Galería LDF, a días de terminar allí su muestra, López comenta entre risas: «tendrías que haber grabado esto, le dabas un poco de forma y listo». El cronista sonríe con suficiente. No lo sabe, pero su entrevistado tiene cierta razón. Casi como adelantándose a lo que viene luego, el joven dibujante dejó entrever algunas de sus ideas centrales sobre historieta en esos comentarios sobre televisión (Cuadritos le propuso hablar de su dibujo y su labor en Historietas reales, Autobiógrafo, Federico Reggiani). Entonces se prende el grabador.

– ¿Tenés un dibujo minimalista?

– Depende de qué parámetro. Calculo que si le preguntás a las personas que empezaron a definirse a sí mismas como minimalistas, te dirían que ni en pedo, que incluso soy barroco. Sí es un dibujo que tiene menos elementos que otros dibujantes. Dibujo menos que (Walther) Taborda, por ejemplo, que hace un trabajo muy detallado o muy lleno de elementos.

– ¿Cómo definirías tu dibujo, entonces?

– No sé. Siempre estoy dibujando muy despojado de cosas y cuando me doy cuenta trato de luchar contra eso. Pienso que estoy planteándome sistemas de laburo, aunque no concientemente, y una vez que los entiendo, trato de demolerlos. Autobiógrafo 1, por ejemplo, estaba hecho con esto de no dibujar las caras, el trazo medio gruesito, los monitos con un planteo de página pensando en la doble página, el blanco y negro, el dibujo lineal. Cuando lo terminé me dije bueno, no pienso más en dos páginas, pienso en 1 sola. Decidí poner grises en el medio a ver qué pasaba y empecé a dibujar caras. Creo que con Fede siempre arrancamos sin entender muy bien qué estábamos haciendo, en el hacer mismo lo entendemos y cuando mejor funciona, llega la hora de matarlo y empezar de nuevo.

– ¿Cómo si estuvieran engordando un corderito?

– Sí, es exactamente eso.

Con este dibujo, cinco años atrás, se anunciaba Autobiógrafo...

¿Por qué los dibujantes suelen tener tantos problemas para definir su dibujo?

– Creo que por un lado no querés. Y por otro lado está el tema de que estás trabajando sobre algo muy visual sobre lo cual podés desarrollar algunas ideas verbales, pero en general son ideas puramente visuales. Hay un punto en que podés explicar un montón de cosas y otro punto en que no. Lo que habla de cierta torpeza de uno, pero también de cierta imposibilidad real.

– Ahora con los desayunos en Autobiógrafo están en una etapa de “historias mínimas”, ¿por qué?

– Un poco creo que por esto que te comentaba. Si habíamos trabajado con relatos largos, con un conflicto largo que se iba desarrollando y una narrativa de la continuidad, para romper uno dijo “cada uno cuenta el mejor desayuno de su semana”.

– ¿Cada uno guiona su propio desayuno?

– No. Con Fede chateamos mucho. Le voy contando cosas y él tiene la capacidad fantástica de darles forma. Yo le digo que hoy desayuné «choco crispys» y hablé con mi amiga de no sé qué y él me devuelve un guión maravilloso con prácticamente nada. Vos le decís comí galletitas y él te devuelve una historieta. Es algo rarísimo. Me fascina esa capacidad que tiene, porque hay una distancia enorme entre la descripción “vos y yo tomando chocolatada y comiendo galletitas frutigran semillas con chia y lino” y hacer una página de historieta que de verdad tenga algo.

– ¿Por qué empezaste a hacer historieta? Pregunta relativamente sencilla, supongo.

... que luego se convertiría en un libro.

– ¿Por qué hacemos las cosas? ¡Esa es una pregunta terrible!

– A veces uno cree saber.

– Bueno. De chico tengo un amor enorme por las historietas. Tenía todos los tomos de Inodoro Pereyra y leía mucho el cinco, que para mi tiene la mejor historieta nacional, que era Inodoro Pereyra contra el Escorpión Resolana. Era muy larga, quizás la única serializada que hizo (Roberto) Fontanarrosa con Inodoro. Bueno, ahí Pereyra se tiene que batir a duelo con Resolana y el diablo le da un facón con poderes, pero medio que lo caga. Tienen toda una escena increíble donde tiene que ir a hablar con el diablo porque le dio un cuchillo trucho, y va medio como por un espectáculo de espiritismo, en unas tumbas… es una locura. Tiene ese dibujo de los 70 de Fontanarrosa que me parece interesantísimo. Cuando era chico yo veía eso y para mi era la cosa más increíble del mundo.

– «Eras chico», ¿ahora cuánto tenés?

– Ahora tengo 23.

– 23. Qué hij… sigamos…

– Entonces siempre tuve una relación de cariño con la historieta. Algo que me parecía increíble es que un tipo se sentaba y hacía tres o cuatro dibujos y te contaba algo. Me parecía fantástico y era algo que yo podía hacer. Eso era lindísimo, porque yo miraba la tele y no sentía que podía «hacer la tele». En cambio me sentaba, dibujaba las historietas del logo de Cromi y para mi no había ningún grado de distancia con Fontanarrosa. Después de más grande aprendí que tal vez sí. Pero yo leía Mafalda y sentía a Quino sentado dibujando. Y salvo con el Chavo del 8, no lo sentí nunca en la tele, ni en el cine, ni en la literatura.

– ¿El Chavo?

– Me parece que ahí hay un grado de cariño por lo que se está haciendo que en la tele es rarísimo verlo. Me parece super especial lo de Chespirito. Por un lado logra algo increíble que es que nunca te planteás que son nenes. Lo aceptás de una, nunca decís “es un adulto ridículo vestido de nene”. No, vos ves nenes naturalmente. Y también hay una calidez en muchos de sus personajes, una humanidad muy linda.

Inodoro Pereyra y Resolana, de Fontanarrosa, una influencia decisiva en López

¿Eso no lo encontrás en la literatura?

– Me gusta mucho, pero no lo encuentro. No sé por qué, si también es un tipo escribiendo en su casa. Quizás la habilidad de la escritura es mucho menos impresionante que la del diubjo. No sé. Flaubert se mató laburando años, pero sin embargo una página de Villagrán impresiona mucho más. Vos la ves e inmediatamente decís “la pucha, ¡mirá que dibujar así!” Es cierto que por más que hagas una composición tema la vaca, nunca vas a hacer Madame Bovarí, pero me late que funciona en otro plano. El dibujo es más a la trompada en ese sentido. Pero sin embargo las historietas que a mi me gustaba leer, y por eso me costaba leer mucho superhéroes, me parecían muy fríos. Eran Hollywood. Recién el año pasado pude leer el Hombre Araña de Stan Lee, y era la gloria. Era encantador, tiene como esa cosa muy adorable del pibe teniéndose que cagar a trompadas con un mutante y preocupado porque su tía piensa que él está en cualquiera. Nunca se olvida que es un pibe. El Chapulín Colorado es el que tiene más miedo de todos. Eso es algo que no encontraba en los superhéroes.

López dibujó historietas a lápiz sobre las paredes de LDF

– ¿Vos lo de la ternura lo querés llevar a la historieta?

– No sé si «la ternura». Sí una calidez que me importa, pero para la vida y el mundo. Me importa hacer el esfuerzo de humanizar las cosas y encontar una relación más afectiva con, por ejemplo, esta caja de chocolatada. Que probablemente la fabricó un empleado en una fábrica espantosa comiéndose la tarde más garronera de su vida, donde le pagan mal y está peleado con su jefe hace cinco años. Es un mundo muy duro, pero hay que hacer el esfuerzo de humanizarlo un poco. Es cierto que el logo es el de una empresa multinacional enorme, terrible, malvada, no digo que hay que olvidarse de esas cosas. Pero si no encontramos una forma de poder convivir amablemente con eso, no puedo salir de mi casa. Entonces me parece que siempre estoy tratando de hacer un esfuerzo por amigarme con esas cosas.

– ¿Querés llevar eso a tu historieta?

– Me preocupa mucho la idea de la manipulación emocional en el arte. Que pasa mucho sobre todo en las narraciones, en cine, literatura, historieta. Es como que te agarro de la cabeza para llevarte a que ahora estés supertriste, después al momento de exaltación y luego… Si el único modo en que podés relacionarte con eso, es ese, es horrible. Porque es una situación de poder espantosa donde lo único que podés hacer es dejarte golpear por algo. Yo creo que es responsabilidad de uno encontrar formas de relacionarse con eso distintas, que te permitan acercarte con cariño. No sé… hay formas de dibujar el Hombre Araña, una es completamente espectacularista y con brillitos en todos lados, esa me aleja de él. Se pone en un lugar de superioridad al mundo y me expulsa. Pero hay otras formas del dibujo, que también son espectaculares, como los Mandrafina, los Villagrán, pero tienen calidez. Mantienen eso de “mirá qué espectacular, vos nunca vas a poder hacer esto” pero sin lo otro, que es una espectacularidad abrasiva. Me cuesta mucho definir cómo funciona, pero yo veo una diferencia entre Greg Capullo y Mandrafina. No sólo estilísticamente, sino que me parece que Mandrafina me propone un mundo en que me invita a vivir, y el otro me propone un mundo que yo tengo que mirar desde afuera.

Cada siete días, una página con su mejor desayuno de la semana

¿Qué querés hacer con tus historietas?

– Yo quiero ser bueno con la historieta. ¡En serio! No quiero hacerle mal a la historieta. Uno al hacer historietas tira cosas al mundo y las pone a funcionar. Yo necesito que esas cosas que hago funcionen para algo o alguien, sino las siento vacías. No creo que el arte no debería servir para nada. Es triste pensar y hacer algo que no va a servir para nada, para eso me duermo una siesta. Tampoco uno puede especular, no puedo pensar “uy, ahora voy a hacer esta historieta que va a hacer que la gente sea mas amable por la calle”. Pero sí uno puede  ayudar a plantear y resolver problemas. Eso me pasó hace poco con Altavista.

– ¿Cómo fue eso?

– Justo cuando Calvi terminó la última parte, yo estaba en un momento muy raro de mi vida. Era la tarde del 25 de diciembre, plena post navidad. Me senté, agarré todas las Fierro y leí todo Altavista de corrido. Y me ayudó a procesar y atravesar un montón de cosas. Cuando Calvi pensó en esa historieta no pensó en mí, pero lo cierto es que en el mundo había un artefacto que a mi me servía. El problema es que uno no puede especular mucho con cómo van a funcionar esas cosas, porque si bien hay un grado en que todos tenemos algo en común, también hay un grado en que somos todos individuos. Si hacés arte especular es riesgoso, porque podés tener un efecto negativo sin saberlo.  A mi eso me preocupa.

19 comentarios »

  1. tiene 24 años. que mentiroso que es.
    brian.

    Comentarios por brianjanchez — febrero 28, 2010 @ 10:43 am | Responder

  2. Hola, genial la entrevista. Muy interesantes las opiniones de Fran.
    Con respecto a lo que decía del dibujo, que uno no pueda hacer el David, no hace que me deje de conmover que eso haya estado dentro de un gran cascote.
    También podría considerarse virtuosismo la sensibilidad excesiva o una sensibilidad impostada (puesto que la sensibilidad es una virtud moral).
    Saludos!

    Comentarios por Martin — febrero 28, 2010 @ 12:47 pm | Responder

  3. ¡Que linda la anteúltima respuesta, Fran, por fin estamos de acuerdo an algo! Y con lo de Chespirito también, la gente se llena la boca con Zapata y Frida, pero Roberto Gomez Bolaños fue el único verdadero revolucionario en Méjico, cabrones!

    Comentarios por Berliac — febrero 28, 2010 @ 2:36 pm | Responder

  4. Gran entrevista, grandes respuestas, gran entrevistado.

    Comentarios por Loris Z. — febrero 28, 2010 @ 3:14 pm | Responder

  5. Un capo, Fran.

    Comentarios por Rodolfo — febrero 28, 2010 @ 5:38 pm | Responder

  6. Hola hola.

    Primero, Andrés: muchas gracias por la charla, me abrió algunas ideas que siento empiezan a tomar un poco de cuerpo, más allá de que las respuestas no hayan sido todo lo cerradas que podrían ser (y por eso le pido disculpas a todos).

    Brian: Sí, tenés razón, todavía digo 23, hace 3 meses que tengo 24, es la costumbre…

    Martín: Yo no decía que el problema es que uno pueda o no pueda hacer las cosas (ni tampoco hablaba de cómo funcionan para el mundo, sino de lo que a mi me interesaba en la historieta). ¿A vos te sale una página de Ricardo Villagrán, de Mandrafina? A mi no me saldría ni en 15 vidas…
    Tal vez venga a cuento, la charla fué más larga de lo que se lee acá (por suerte Andrés tuvo el buen gusto de cortarla), pero en algo de lo que quedó afuera en esa respuesta, me parece que había dicho, también, que no hay que caer en la trampa de creerse que un dibujo «fácil» va a ser más «cercano» a más gente solo porque cualquiera podría serlo, ni que estas cosas funcionan de una forma tan lineal… Y si no lo dije lo digo ahora, la magia de internet.
    Y no creo que la sensibilidad tenga nada que ver con la moral, pero sí, puede haber un «virtuosismo de la sensibilidad», que, me parece, tendría todos los problemas de cualquier forma de virtuosismo…

    Berliac: Qué bueno, podría hablar horas y horas sobre Chespirito.

    Loris, Rodolfo, mil gracias, ustedes también.

    Comentarios por Fran López — marzo 1, 2010 @ 1:49 am | Responder

  7. Hola Fran. Gracias por la respuesta.
    Aclaro que he leído la recopilación de Autobiógrafo y me gustó mucho. No conocía Historietas Reales en esa época y lo compré porque me pareció interesantísimo.

    Comentarios por Martin — marzo 1, 2010 @ 10:37 am | Responder

  8. En cuanto publique el «desayuno» de hoy, voy a decir cuánto me alegra inventar cosas con Fran. Antes no, porque quizás tenga que asesinarlo, y no queda bien hablar bien de la gente que uno mismo asesinó.

    Comentarios por joandemena — marzo 1, 2010 @ 10:46 am | Responder

  9. Ahora me plantearon una seria duda porque pensaba que el sujeto que al parecer es Fran Lopez, era Ariel Lopez. Y es que en un viñetas sueltas apareció emanando felicidad y chistes y fue una escena muy bonita y simpatica que recuerdo felizmente en el sector archivado a la historieta nacional. Y ahora creo que es él.

    Siempre ví Autobiografo como algo que debía adquirir pues se veía muy simpatico, nunca lo hice quizas porque inconscientemente esperaba que algún día apareciese a $2 en la libreria de descuentos Juajua perdón. Pero bueno, cuando pueda lo haré, ahora estoy inundado por las historietas pedidos de camaradas que debó hacer entregas, el recientemente adquirido librito número seis del Corto Maltes y la necesaria comida nocturna de la semana Jauj.
    Pero bueno un día lo adquiero y espero a cruzarme a Fran Lopez y le digo que le haga un dibujito bonito.

    Jajua, comparto bastantes opiniones sobre la vida en pos de la felicidad con Lopez (me reí bastante en la entrevista cuando el periodista debía reiterar la pregunta porque la respuesta no era demasiado cerrada, o las preguntas cortitas y puntuales JuaJa snif, es como si las preguntas estuviesen dirigidas a un niño lo que me parece maravilloso) pero justo leo su entrevista cuando me encuentro imaginando la historia más triste de mi vida =O. Mhm, voy a pensar sobre esta simpatica coincidencia mientras llego a la cama a navegar para el Corto.

    Comentarios por DiMaggio — marzo 1, 2010 @ 12:53 pm | Responder

    • Épilogo: Leyendo «La Conga de las Bananas», la mejor historia del Corto Maltes hasta ahora, y de las mejores historias en bastante tiempo (Esos revolveres conversando en las primeras paginas, eso es revolucionario, cabrones!) soy despertado por mi madre para ir a buscar ropa a la terraza. Pucha, cabrones!

      Comentarios por DiMaggio — marzo 1, 2010 @ 1:15 pm | Responder

  10. un capo fran (2)

    Comentarios por agus — marzo 1, 2010 @ 4:42 pm | Responder

  11. Ahora estoy pensando que ya deben haber borrado las paredes de la muestra y me da una pena. Estaba muy buena la muestra en LDF. Y muy buena esta nota. Fran Grosso Mal!
    Marcos

    Comentarios por aquelarreproducciones — marzo 2, 2010 @ 12:10 am | Responder

  12. Qué clara que la tiene. En sus respuestas está la clave de la vida entera (por más grandilocuente que suene esto). Es todo mucho más simple de lo que pensamos… pero claro, hay que conservar ciertas cuestiones sensibles para eso.
    De más está decir que el laburo que hace es genial.

    -Y mejor dejo de escribir porque tirar tantas flores me incomoda.-

    Comentarios por Sol — marzo 2, 2010 @ 3:01 pm | Responder

  13. DiMaggio: No, no soy Lopez V. Estoy 100% seguro. Alguna vez me lo encontré a ese López en una muestra, un tipo encantador, por otro lado.
    Y es una pena, pero esa edición de Autobiógrafo (por tener tirada baja), no va a cumplir mi sueño de verme en una mesa de saldos. Ya se dará, espero…

    Marcos: ¡Sos un genio de la publicidad subliminal!

    Sol: ¿Le puedo contar a mi mamá?

    Comentarios por Fran López — marzo 4, 2010 @ 8:24 pm | Responder

  14. […] hicieron una entrevista porque pensaban que tenía la cura. Al final era todo […]

    Pingback por Mi nueva enfermedad technicolor « Fran López — marzo 4, 2010 @ 9:42 pm | Responder

  15. Tu madre lo debe saber! Y si no, decile que me llame.

    Comentarios por Sol — marzo 4, 2010 @ 10:36 pm | Responder

  16. juéguese con la ternura

    Comentarios por quinito — marzo 17, 2010 @ 3:23 pm | Responder

  17. Un genio.

    Comentarios por Pablo — abril 7, 2010 @ 12:17 pm | Responder

  18. […] que ser un hábito, un lugar al que uno tiene ganas de volver”, considera el compañero de Fran López. En aras de restablecer esa regularidad que ayudó a establecer el sitio en un lugar central de la […]

    Pingback por Cambios en Historietas Reales (y otras noticias) « Cuadritos, periodismo de historieta — junio 23, 2010 @ 11:11 am | Responder


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