Cuadritos, periodismo de historieta

agosto 12, 2012

Amor por el detalle

Tres viajes a Nueva York y San Diego cimentaron su presente profesional

A Tomás Giorello lo sorprendió la invitación del festival Crack Bang Boom para exponer y charlar con sus visitantes. Es que jamás tuvo mucha relación con el medio local y la mesa que integrará hoy a las 15 le era inimaginable. Se formó en el estudio de los Villagrán y apenas trabajó para editoriales argentinas un par de años. “Hice algunas historias cortas para Columba y alguna que otra tapa bastante olvidable”, rememora. Su carrera se hizo en Estados Unidos, donde pasó por distintas editoriales pequeñas y brilló en Dark Horse, con Star Wars y Conan, y en distintos productos del juego de cartas coleccionables Magic, the Gathering.

Hoy alterna entre sus dibujos de Conan y colaboraciones con DC Comics, donde hizo algo de Red Lantern, Green Lantern-Nuevos Guardianes y Earth-2, además de alguna historieta corta de relleno. “Creo que ahora termino con Tierra 2 y hago un poquito más de Linterna Roja, antes de volver un año entero a Conan Rey”, explica sobre su agenda de trabajo del próximo año y medio, sobre la que hablará hoy en la charla que a partir de las 15 compartirá con sus colegas Gabriel Guzmán y Julián Totino Tedesco.

Giorello recibió críticas por tintas… que jamás hizo. En Dark Horse, sólo hace lápiz.

Lo primero que llama la atención es la variedad de temáticas y tonos que abordó en su carrera, desde las naves espaciales del universo de George Lucas y sus jedis hasta la fantasía épica en registros tan distintos como el de Howard y el de las cartas coleccionables. Saltos que define como “tremendos”. Su ductilidad y pasión por los detalles lo llevó a coescribir la guía de estilo de Wizards of the Coast para los ilustradores de las cartas. “Ahí ponés mucho detalle todo el tiempo, si dibujás un escudo es imposible que lo hagas liso, tiene que estar labrado, la premisa es que se tiene que notar cultura detrás, a qué facción pertenece el personaje”, explica.

Aunque siempre trabaja con licencias y personajes que no le son propios, asegura que lo que más se le dificultó fue dibujar los cómics de Star Wars. “Al comienzo me compliqué muchísimo buscando un estilo que fuese más neutro que el mío y más optimista”, cuenta y reconoce que no conserva muchos trazos estimados de esa etapa, “salvo las pinturas, rescato muy poco de lo que hice ahí”.

¿Los Guardianes contra un gurbo?

«Algunos dibujantes eligen ignorar completamente la imagen de los actores, pero si preferís seguirlas, eso te ata mucho y estás constantemente mirando documentación», señala. Además, Lidiar con Jedis y X-Wings quita ritmo a las horas de tablero. “No podés soltarte porque está todo tan sujeto a aprobación, todo tan documentado –aunque no te mandan mucho- que estás todo el tiempo frenándote”, señala. “¡Y no podés inventar un arma ni una nave porque te matan!” Pasó allí varios años hasta que llegó el momento de dar el salto. Las cartas coleccionables lo llevaron a la fantasía épica y de allí se abrió nuevamente el horizonte en Dark Horse.

“Por lo general tengo una dicotomía entre lo que quiero hacer y lo que se espera, quizás hacer un Conan muy tortuoso, muy oscuro, hoy no sé si caminaría, aunque es un poco lo que estoy empezando a hacer con Conan Rey (King Conan), que quizás no me animé a hacer en el título regular”. Cuando empezó con las aventuras del cimerio, desde la editorial le pidieron que no se apartara mucho de la línea del dibujante anterior. Tardó muchos meses en soltarse y poder colar más detalles.

Documentarse para la mitología de Howard no fue difícil. “Vos ya sabés que los vanires son como vikingos, o que los estigios son el paralelismo con los egipcios, entonces tenés de dónde agarrarte, pero obviamente al comienzo tuve que hacer un curso acelerado”, comenta y recuerda la ayuda enorme del guionista Timothy Truman. “Lo primero que hizo fue mandarme un paquete con documentación. ¡Un fenómeno! Hasta música me mandó, una mezcla entre celta, tribal, película épica, muy delirante, pero dibujabas y casi que ves las flechas pasando por arriba tuyo”.

«¡En Star Wars no podés inventar un arma porque te matan!»

Para Giorello esta pasión por el detalle es propia de esta época. “Vos ves una película de vikingos de hace décadas y los ves a los tipos vestidos con ropa lisa, una cosa meramente informativa y sin mucha elaboración detrás, pero ahora ves Pathfinder y los vikingos chorrean información por todos lados”, analiza, “o comparás Nerón y Gladiador y hay un abismo, quizás en aquella época tenían unos escenarios infernales, pero no se preocupaban tanto por el detalle”. Esto mismo, observa, también sucede en la historieta y ofrece como ejemplo el Nippur de Lagash que lo fascinaba de pequeño. “Sabías lo que estaba pasando y no interesaba tanto el detalle de que el personaje tuviera tal adorno labrado”, considera, “esto pasaba tanto en el cine como en la historieta”.

“Yo quería hacer esa diferencia”, explica. “Veo que los fanáticos de (John) Buscema enloquecen, pero no es que sea una falla o falencia suya, sino una cuestión de época, quizás en 10 o 20 años dicen que lo que nosotros hacemos ahora está recargado, pero a mí me gusta mucho laburar eso e intenté hacerlo notar, no quería ser un sencillamente un tipo de relleno e intermedio entre el que se fue y el siguiente, quería hacer un Conan con algo más de impronta”.

Giorello compartirá hoy a las 15 mesa con Gabriel Guzmán y Julián Totino Tedesco. El título de la charla: «Dibujando espadas, anillos y mutantes».

1 comentario »

  1. Un groso total y un gustazo haberlo conocido en persona. Ojalá lo dejen hacer tintas como él quiere!

    Comentarios por dginevra — agosto 13, 2012 @ 9:44 am | Responder


RSS feed for comments on this post. TrackBack URI

Deja un comentario

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.