«Libros, autores y editores hacen vivir el mundo de la historieta»

Dassance durante una presentación en la primera edición de Viñetas Sueltas

«La idea con Viñetas Sueltas era proponer otro tipo de cosas», declaraThomas Dassance, organizador del festival cuya segunda edición se realizará entre el 25 y el 31 de mayo próximos en una multitud de sedes. El evento, destaca, se propuso a sí mismo romper con el esquema habitual de las convenciones porteñas. «En una reunión con gente de la historieta argentina alguien decía que por más que se criticara Fantabaires, ese había sido el modelo de las convenciones de cómics de los ’90 en adelante», cuenta. Para Dassance, más allá de aciertos y errores, lo importante de la primera edición fue demostrar que se podía ofrecer una alternativa.

No es el único que consideró un éxito la experiencia del 2008. A los apoyos del año anterior se suman ahora el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la embajada italiana, y el Centro Cultural Recoleta. Además, otros festivales internacionales, como el BilBolBul (de Bolonia, Italia), o la Semana Negra (Gijón, España), y el resto de los miembros de la Red de Festivales de Historieta de Latinoamérica, también aportarán lo suyo a esta edición.

«El Viñetas Sueltas del 2008 demostró que se podía hacer otro tipo de eventos: enfocado a lo cultural, a invitar artistas no necesariamente con nombre, pero sí con un arte acabado, con un trabajo personal importante, y con actividades gratuitas que ofrecen tanto al público más imbuido del tema como al que no sabe absolutamente nada la posibilidad de sentirse cómodo», evaluá Dassance el desempeño anterior. «Después nos dio la sensación de que el festival podía crecer, mejorar mucho, más y distintas actividades, abrir el juego de la historieta hacia otros campos y otras artes», recuerda.

¿Qué viene en esta edición, pues? Del montonazo de propuestas, Dassance distingue entre las enteramente nuevas y las que «vienen a profundizar la propuesta del año pasado, como la clínica de guión». Suerte de continuación de los talleres profesionales del 2008, en esta ocasión tres expertos pondrán su conocimiento a disposición de los guionistas locales: Xavier Löwenthal (un teórico belga, invitado especialmente), Diego Agrimbau (Primer Premio Internacional Planeta D’Agostini a la Historieta) y Carlos Trillo, cuya figura, además, es la del artista destacado del festival. «Esta clínica -explica el organizador- sirve para responder a una crítica que dice que faltan buenos guionistas en Argentina, y a la vez sirve como homenaje a Trillo, a quien dedicamos la muestra patrimonial más importante del festival».

El organizador, en una de las muestras de la edición 2008 del festival

Enumerando, Dassance levanta un dedo tras otro: «tendremos las carteleras de autor: pintadas en la calle donde se ofrece a distintos autores intervenir espacios de la vía pública; el concierto dibujado, que será una improvisación a dúo entre música y dibujante; proyecciones con dos ejes: la animación independiente y los documentales sobre historieta; habrá una noche de juerga donde vamos a proponer a los dibujantes una noche de dibujo con una modelo en vivo en un bar y después que toquen los que tienen bandas o tocan algún instrumento». Se le terminan los dedos de una mano y sigue con la otra, «tambián tendremos presentaciones de libros en el marco de la Feria de editoriales, que el año pasado no habíamos podido darle espacio».

Este año el poster del festival corrió de la mano del incansable Ricardo "Liniers" Siri

Las presencia editorial es una pata fundamental en todo festival que se precie. Dassance reconoce que su apoyo no es unánime. «Hay muchas editoriales y cada una tiene su forma de ver el festival», concede, «están las dispuestas a apostar por Viñetas Sueltas porque sienten que es algo distinto, y las que son escépticas justamente por eso mismo».

Entre las entusiastas, destaca, abundan las editoriales independientes y autoediciones «que se entusiasmaron tanto intentan hacer del festival un momento para editar libros y presentarlos, que tratan de llegar al festival con material nuevo». Finalmente, agrega, «están algunas que no entienden la propuesta, o que todavía no están convencidas de que este sea el camino, cosa que entiendo porque puede haber montones de maneras de concebir la forma de mostrar la historieta».

Fuera de micrófono algunos se quejaron ante Cuadritos por el alza de costos respecto del año pasado. Consultado al respecto, Dassance defendió la propuesta de la Feria dentro del festival. «Es una actividad que pretende promover los libros, y para eso hay que armar una estructura de feria consistente, que no sean simples mesas», apuntó, » ycobrar entrada no corresponde».

Otra de las exposiciones del año pasado

Además,  señaló que las instituciones que acompañan el evento no sostienen la Feria. «Ellas promueven su función cultural en el evento pero no la Feria, donde ellas no tienen nada que ganar». Además, destacó que «lo que se ofrece a los editores es un combo donde aprovechan la prensa y comunicación del Festival, de la representación del festival, de la coordinación artística, todo eso es lo que arma un festival, no sólo alquilar un espacio donde le decimos a cuatro editoriales pónganse juntas a vender«.

Los tres invitados europeos fueron el plato fuerte de la edición anterior. Este año serán muchos más. Entre la «legión extranjera» destacan el francés Etienne Davodeau, un autor que -según Dassance– cada año es más reconocido y está llamado a ser uno de los grandes nombres de la historieta francesa»; Andrea Bruno, un «enorme dibujante italiano, plástico increíble y creador de la revista Canicula, con la que ha ganado numerosos premios, incluyendo el de publicación alternativa en Angoulême«; y Mauro Entrialgo, «uno de los autores españoles de la generación del ’80, una suerte de niño caprichoso de la historieta ibérica con un laburo de humor y dibujo impresionante»; aunque son muchos más, contando también a los latinoamericanos.

«Cuando invitamos a artistas, es por lo que hacen, por cómo lo hacen», explica Dassance, y añade con especial énfasis: «y todo gratuito para que la plata que la gente se gaste vaya a los libros, editores y autores, que son los que hacen vivir el mundo de la historieta».