Cuadritos, periodismo de historieta

junio 17, 2012

«Apareció una autocensura muy molesta, pero inevitable»

Filed under: Cómic argentino,Entrevistas — Andrés Valenzuela @ 10:00 am
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«Me tocó a mí, pero podría haber sido a cualquiera»

Moja la madalena en el café y se la manda entera a la boca. Gustavo Sala aprovecha para pensar cada respuesta mientras mastica. En un living de Banfield espera el momento de ir a dar una charla a la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Quienes lo conocen saben que es el Sala más auténtico. El humorista gráfico tranquilo, que no sale a ningún lado sin al menos un cuaderno en el que tomar notas. El tipo que disfruta del laburo de sus colegas aunque tengan un estilo en las antípodas al suyo. En ese momento no puede estar más lejos de los días tumultuosos que vivió en enero, cuando una tira suya en el suplemento No de Página/12 lo convirtió poco menos que en el enemigo público número uno y una controversia mediática estéril le cargó la cruz de «nazi» y «antisemita».

En 2011 se subió por primera vez a un avión. Lo invitaron al festival LimaComics, en Perú. Fue su primera salida del país, también, y a esa la siguió otra a Montevideo Cómics. «Fue bastante alucinante», comenta y cuenta que cerró el año viajando a España, también a festivales de historieta. Un año completo, con varios libros nuevos en la calle y muchos eventos. «Todos los viajes compenetrados con la historieta, el dibujo y conocer autores nuevos», señala. Como la cosa venía demasiado bien, la siguiente escala de su recorrido fue en el quilombo.

En enero una tira bromeando con el DJ David Guetta y la homonimia de su nombre desató una reacción furibunda que resistió cualquier análisis sosegado. Su teléfono sonaba con amenazas de muerte, cuando no de radios y programas de televisión reclamando explicaciones. No estuvo solo, un amplio grupo de colegas respondió con una carta abierta en su apoyo. Cinco meses después, más calma la situación, mudado y viviendo en Capital Federal, Sala se sentó con Cuadritos para recordar y reflexionar sobre esos días de tribulaciones .

«Para mi fue una experiencia completamente inédita y surrealista», describe el marplatense, «estaba acostumbrado a recibir quejas de los lectores por un chistes de Charly García, de los Redonditos, y poco más que la entendible y prácticamente inevitable protesta de alguno que se sienta mal por algún chiste que uno pueda hacer con un tema incorrecto o de los que para alguno no se debería tocar, que para mí es parte del juego». La dimensión que cobró la polémica lo llevó a la extraña situación de ser el primer historietista argentino vivo en ser trending topic en Twitter, por ejemplo, además de ocupar todas las pantallas de tv de un enero particularmente abúlico.

«Fue muy paranoico, shockeante, y paralizador en un punto, porque me costó volver a activar el humor y el dibujo, y la situación divertida de trabajar, porque se supone que es una tira cómica, uno está haciendo humor», cuenta. Es que tras la publicación del chiste comenzó una caza de brujas buscando otros trabajos potencialmente polémicos. «Cuando empezaron a decir que era nazi, antisemita y demás, hubo muchos que empezaron a buscar en la revista Barcelona, u otras de Página/12, de la Fierro, y obviamente, si querés pegarme, podés hacerlo por donde quieras, porque he hecho chistes con discapacitados, con ciegos, con borrachos, con rolingas, con travestis, con animales, con petisos, con pelados, con marplatenses, con gente de Banfield, con periodistas de historieta, de rock, con todo tipo de discapacidades, gustos y adicciones».

La palabra que encuentra para hablar de esto es «regodeo». Siente, se percibe, que se ensañaron con él. «Uno siempre trabaja desde el humor y con una necesaria dosis de maldad para buscar algo parecido a un chiste». Ante esa situación surgió la parálisis. «Sabía que iba a haber gente para esperar con quién me metía para salir a pegarme, entonces apareció una especie de autocensura muy molesta, pero inevitable».

«Quizás otros dibujantes que ya están más curtidos en esto la hubieran piloteado o hubieran reaccionado mejor, yo iba improvisando sobre la marcha», lamenta. «Era un montón de cosas y de muchos lados, que se pisaban entre sí generando una bomba de tiempo a punto de explotar»

¿Cómo sentiste la reacción hacia adentro del ambiente?

– Fue muy emocionante. Hubo una carta que circuló mucho, generada por los grosos de (Esteban) Podetti y (Diego) Parés, que hicieron un texto que era muy inclusivo y generaba una posición a la que se sumó mucha gente, editores, periodistas, gente del palo de la historieta, de la ilustración, del mundo editorial. Bancando un poco esto. Un poco me parece que fue contra la censura, la persecución. Fue también un poco señalar la sacada de contexto. A partir de una cosa que uno dice, la cortan, y vos sabés que sos periodista y laburás en medio, que pueden aparecer lecturas fogoneadas. Aparecían titulares como “Dibujante ultrakirchnerista” o “dibujante antisemita”, ya dándolo como un dato oficial. Y ya en muchos fotos, en sitios web, en crónicas, ensayos, opiniones publicadas, empezaban el texto diciendo que yo era antisemita y eso no se discutía. Era un lugar que sigue siendo muy incómodo. Volviendo a los autores, colegas y amigos, eso fue muy emocionante, muy reconfortante. Un poco me tocó a mí, pero podría haber sido a cualquiera. Hay que estar atento a que no se derechice todo más de lo indispensable, ¿no? Sobre todo los que estamos acostumbrados a trabajar con cosas, irnos más al carajo con lo que hacemos.

¿Cómo reaccionaron tus editores?

– Debo decir que tuve total apoyo de los varios medios en los que trabajo. Y hubo como un aguante, un “bueno, esto es así, es parte del juego”. Yo era inexperto, pero tuve buena onda y apoyo, confianza, de los medios en los que laburo y aparezco.

Más allá de amenazas iniciales, ¿te agredieron luego en algún lado?

– No. Cuando estaba en el ojo de la tormenta no quería ni salir a la calle. Estaba bastante paranoico. Imaginate que vos ponés tu nombre o el mío en google y aprecen imágenes, fotos. Nuestra caripela está dando vueltas y es muy fácil de ubicar. Entonces era tanta la paranoia que ni siquiera tenía huevos para ir a dejar la ropa al lavadero, porque imaginaba que algunos me iban a haber visto en Canal 26 o en TN, donde había aparecido mi foto en pantalla. Sí tuve un encontronazo así medio violento e incómodo en la última feria del libro, donde estaba con (Daniel) Divinsky, firmando ejemplares en el stand de Ediciones de la Flor y con muy buena onda con la gente, y aparece un tipo primero felicitándome porque decía que era un buen humorista gráfico, pero luego recriminándome la tira, que eso no se podía hacer, que ojo con quién me metía y ojo con lo que iba a hacer de aquí en más. Cruzamos un par de palabras dentro de lo que se podía charlar en esos términos y se fue. Fue alguien que me había ido a buscar porque estaba publicado que yo iba a estar ahí, a esa hora, en ese pabellón y en esa editorial.

¿Tu mudanza a Buenos Aires tuvo que ver con esto?

– No, yo cada vez me sentía menos marplatense. Nací y viví en Mar del Plata, en los últimos cinco años por lo menos cada vez tenía más relación con Buenos Aires, siempre por eventos, amigos, proyectos, trabajos, reuniones, recitales. Cada vez tenía más cosas que hacer acá y menos allá. Siempre me iba con el gustito de que habían quedado cosas sin hacer, o proyectos que se complicaba realizar si yo no estaba acá instalado. Así que finalmente fue juntar ganas y un poco el cansancio de la nada marplatnse.

¿»Nada marplatense»?

– Es una ciudad con una lógica extraña, con un montón de artistas notables en la música, el video, el cine, el teatro, en el ámbito que quieras, pero donde no existe una escena de público que acompañe, y si bien se hacen cosas alucinantes y hay mucha gente generando cosas, en un punto a nadie le interesa un carajo. Nada que no sea Midachi, el culo Reef, los travestis o los shows de Carmen Barbieri, y poco más. Así que un poco fogoneado por esta nada marplatense y la brutal actividad porteña, dije bueno, hago un año porteño. Proyectos y cosas ya tengo para hacer, las mismas que venía haciendo desde allá, y un poco prestando atención a que surjan proyectos nuevos, que me gusten, que tenga ganas de hacer y que se puedan llevar a cabo.

Sin haber publicado aún un libro este 2012, ya pinta bien intenso.

Sí, para este año debería salir Bife Angosto 3, por Ediciones de la Flor, qye está planeado para antes de las fiestas. Eso depende de que lo entregue próximamente, estoy viendo el material y cuestiones de diseño, cosas complementarias a las tiras. Después hay otros proyectos de libros que bueon, por el momento son sólo en etapa de proyecto, juntando material y viendo en qué formato y con quién se pueden convertir en un libro físico. Pero bueno, con bastantes actividades. Es un año activo también en materia de dibujo.

9 comentarios »

  1. un periodista con codigos no hubiera puesto lo de «se manda la madalena entera a la boca». abrazo, andres! gutavo sala

    Comentarios por gustavo sala — junio 17, 2012 @ 1:04 pm | Responder

    • Turro, me hiciste largar la carcajada solo en casa, los vecinos van a pensar que estoy loco. No había registrado esa posible «lectura». Bueno, queda a tono 😛

      Comentarios por Andrés Valenzuela — junio 17, 2012 @ 1:12 pm | Responder

  2. Jugoso reportaje. Y ya que estoy acá, habría que mencionar para el público las historietas de Sala en la extraordinaria Orsai de Casciari and cómplices. Ser publicado ahí no es poca cosa. 🙂

    Comentarios por Alejandro Tropea — junio 17, 2012 @ 6:42 pm | Responder

  3. Bueno, me alegro que al final no lo hayan jodido demasiado

    Comentarios por Zambrano — junio 17, 2012 @ 9:30 pm | Responder

  4. Jodida situación le toco a Sala, espero que lo haya fortalecido y dado para reflexionar tb. En la entrevista me hubiese gustado encontrar alguna pregunta sobre que tipo de reflexiones le genero la situación sobre su arte y etc.

    Comentarios por arekasadaro — junio 17, 2012 @ 10:45 pm | Responder

  5. Si Sala es antisemita, Ricardo Fort es un talentoso artista.

    Comentarios por Sergio Sánchez — junio 18, 2012 @ 1:21 am | Responder

  6. Muy buena nota y muy interesante haber dejado pasar un tiempo para mostrar la mirada retrospectiva del asunto.

    Comentarios por JuanManuel Tumburus — junio 18, 2012 @ 6:30 pm | Responder

  7. capo!

    Comentarios por ivan riskin? — junio 20, 2012 @ 4:09 pm | Responder

  8. […] Para recordar el caso, bien vale este pequeño análisis de Cuadritos y las reflexiones del propio involucrado. También vale señalar que hubo una carta abierta en apoyo al humorista, y que el caso se zanjó […]

    Pingback por 10 noticias claves para la historieta argentina en 2012 « Cuadritos, periodismo de historieta — diciembre 23, 2012 @ 10:05 am | Responder


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