Coggiola en blanco y negro, como las viejas tiras que le gustan
Cuando se le pregunta sobre su decisión de lanzar una revista, Tomás Coggiola defiende el camino de la autoedición. Por esa vía publicó Mikilo a fines de los ’90 junto a Rafael Curci y Marcelo Basile. Hoy vuelve al ruedo con Comic.ar. «Es un camino difícil -concede- pero te da la satisfacción de saber que vos hiciste lo que creías que había que hacer». Después, claro, hay que ver si ese actuar es el correcto. «Habrá que tener buenos autores, buenas historias, editarlo bien y en buen papel, llegar a la mayor cantidad de puntos de venta posibles y tener la difusión adecuada», enumera el combo de factores que se conjugan para sostener o hundir a una publicación.
Comic.ar devuelve a los kioscos un formato que apenas aparecía allí esporádicamente con las recopilaciones de Mafalda: el de las tiras. «Yo soy fanático de las historietas de los años ’40 y ’50 -explica Coggiola-, por ejemplo, me encantaban Terry y los Piratas, o clásicos como Flash Gordon«. Ese cariño por un formato que empieza a revitalizarse con Internet y los blogs, sumado a los pliegos doblados que conforman la revista -«que la mejor forma de llenarlos es con tiras», asegura-, derivaron en hacer de esta posibilidad narrativa el centro de la iniciativa.
Así, Quique Alcatena abordará su Dugong y Manatí en tiras, algo que jamás había hecho hasta entonces. Más aún, él mismo se oficiará de guionista, un papel que asumió sólo en contadas ocasiones. La única tira de la revista ya publicada anteriormente, Alienígena, de Diego Greco y Alejo Valdearena, justamente llegó al papel previo paso por el blog de 4 segundos.
¡Kukamonga! Grito de guerra de Dugong y Manatí
Coggiola destaca los dos puntos fuertes en la revista. «Los autores son los mejores en cada rubro», asegura, «y cada uno propuso una idea para esta publicación».
El criterio editorial que propone Coggiola es simple. «Tienen que ser historietas que cualquiera pueda disfrutar», define. «En edad y en sexo, porque eso es algo que se debe a sí misma la historieta occidental, generar más gancho para las mujeres». ¿Pero guarda algún espacio para ellas la revista? «No creo que en este primer número lo estemos logrando», concede el director de la publicación. Más allá de la entrevista con Soledad Otero, ninguna de las tiras es estrictamente «para mujeres», aunque la mayoría de los chistes bien pueden ser «unisex». «Pero está bueno proponérselo y pensar en llegar a la mayor cantidad de lectores posibles». (more…)