Cuadritos, periodismo de historieta

May 24, 2011

La locura política

La locura es no poder conciliar lo más mínimo de los libretos políticos

Rodrigo Terranova define sus personajes con borde rectos, como si tajeara a esos animalitos que luego completa con pequeñas marquitas de tinta. Tracitos que, además, revelan una herramienta algo recargada de tinta, por los pequeños lunares que deja al comienzo de cada línea. Todo lo cual, bien mirado, no hace sino darle a los ambientes y protagonistas de Dos estaciones un tono de extravío, desaliño y locura que calza adecuadamente al guión de Federico Reggiani. El guionista e investigador platense resucitó su propio sello (La Máquina Infernal Ediciones) para publicar este libro, que además es fruto de dos contiendas de «El gran reto de julio«.

A la postre, Dos estaciones resulta una de las historietas más flagrantemente políticas de los últimos años, y también una de las que resiste mejor la obscenidad de los análisis facilistas. El libro propone dos historias: La primavera y El invierno. La primera nos presenta a un tipo que intuimos desequilibrado (quizás por el dibujo de Terranova). Un pobre hombre cuyo mundo se deshilacha porque no consigue conciliar sus recuerdos políticos con los del resto de sus congéneres, mientras busca desesperadamente llegar al velorio del ex presidente Raúl Alfonsín. El invierno, en cambio, se retrotrae a la última dictadura militar, en el que un aspirante a gerente se «entusiasma» en su celo antisindical con la anuencia del gauchito del Mundial ’78.

Ambos protagonistas están extraviados en su propio tiempo. A uno lo miran como si de un pobre demente se tratase. Al otro, como un mero fanático que no puede tomar distancia de la situación. La locura, aquí, parece radicar en la imposibilidad de conciliar el propio libreto político con el del mundo. (more…)

agosto 31, 2010

Trabajos sin salida

Farías propone sus fábricas como espacios cerrados, de reglas propias

El trabajo es un zoológico y afuera está el mundo. Podría decirse que una empresa es una cárcel, pero la metáfora del zoo es aún más elocuente. Porque los obreros-trabajadores están enjaulados y expuestos para la generación de un valor ridículo y ajeno que sólo disfruta alguien extraño a los pasillos y andariveles fabriles. Como para un tigre su jaula, el abandono del trabajo es una quimera. En todo caso, sólo puede cambiarse por una jaula más grande o más cómoda, pero no liberarse del imperativo mismo de trabajar. El único modo de hacerlo es dejar de ser un animal para convertirse en un cobrador de entradas o paseante.

Eso está por detrás de La fábrica y los siete cuentos gráficos con guión de Alejandro Farías, que reune este tomo de la editorial nicoleña LocoRabia, que será lanzado al mercado en septiembre y aquí Cuadritos adelanta. En cinco relatos propios y dos adaptaciones, el autor propone universos cerrados, casi asfixiantes. Espacios con reglas propias, siempre tensas, voraces y no exentos de violencia, pero siempre más comprensible para sus habitantes que el exterior indómito y desconocido. Cosmos autoregulados donde mandan más la fuerza y la avivada que la ley. No importa qué se produzca en la fábrica, si es legal o no. Importa que es para otro. Entre los de abajo mandan las circunstancias y las necesidades.

Al nivel de la tierra el yugo embrutece al más noble, parece advertir Farías a su lector. La dignidad animal aquí es dudosa y siempre endeble. Se hace lo que se puede con lo que se tiene, y se intenta vivir con las consecuencias. Acaso por eso el guionista propone a sus siete dibujantes presentar a los protagonistas como bestias (todo un zoológico) y a los extraños al ambiente fabril como humanos. No es nada casual ver en esos animales tensiones contenidas, rabias domesticadas por necesidades. (more…)

junio 23, 2010

Cambios en Historietas Reales (y otras noticias)

Desde Colombia llega la acidez y el nihilismo de Truchafrita

«Las últimas temporadas de Historietas Reales venían medio desordenadas», reconoce ante Cuadritos Federico Reggiani, uno de los fundadores del ya clásico blog de historietas. El guionista de Autobiógrafo descarta una merma de calidad, pero sí señala falta de «regularidad y previsibilidad» en las publicaciones del sitio.  «Un blog tiene que ser un hábito, un lugar al que uno tiene ganas de volver», considera el compañero de Fran López. En aras de restablecer esa regularidad que ayudó a establecer el sitio en un lugar central de la nueva historieta argentina, los realistas anunciaron a este medio cambios en el staff.

Algunas partidas ya son conocidas, como la de Max Aguirre, que eligió este sitio para explicar sus razones. También se retiran Sole Otero, la celebrada dupla Diego Agrimbau-Dante Ginevra (que, sin embargo, prometen volver para terminar con Camping), Mr. Exes y Brian Jánchez, quien acaba de terminar su aplaudida Marisa quiere pija y, paralelamente, comenzó a participar en la Revista Pelotazo. Además, Rodrigo Terranova confirma su partida, que en la práctica era un hecho hace rato. «En todos los casos es imposibilidad de cumplir», explica Reggiani, «sea por cansancio, mucho laburo o bloqueo creativo».

A cambio, Reggiani promete regresos e incorporaciones. Ángel Mosquito retoma La calambre, que aparecerá cada jueves. Caro Chinaski ya retomó el viernes pasado con Fruta, una historieta que había pensado para El gran reto de julio de 2009 (que, dicho sea de paso, está pronto a recomenzar). Además de estos pródigos retornos, hay que sumar la vuelta al ruedo del platense Z.A.P. («un exquisito que se va de HR cada vez que su demencial nivel de autoexigencia se lo marca», señala el guionista de Autobiógrafo), y el boliviano El Marco Tóxico, también miembro fundador de H.R. El primero irá los martes y el segundo, los sábados.

También hay al menos dos flamantes incorporaciones. (more…)

febrero 6, 2010

Pregunta Abierta XV: las lecturas de verano

De vuelta en esa ciudad furiosa de calor, el muchacho se tira en la cama semidesnudo y panza arriba. El ventilador (demasiado cerca) apenas es paliativo para los casi cuarenta grados y el agua dura fría casi tanto un cubito de hielo puesto al sol. Entonces él abre ese álbum. En la portada tiene a un tipejo de barbilla y poco pelo, recostado sobre dos bolsas de residuos llenas de papeles y un gato negro y blanco durmiendo en su barriga. Sobre el suelo de madera de la escena hay pequeñas fotografías.

En la tapa lee: «Le combat ordinaire«, y señala que el autor es un tal Manu Larcenet y la editorial, Dargaud. El muchacho completará la información luego la información que ahí falta, que el tomo ganó un premio en el festival de BD de Angoulême hace un par de años.

Y lee página tras página, viñeta tras viñeta, la historia de ese fotógrafo desmotivado que no sabe bien qué quiere en la vida (y mucho menos, cómo lo quiere). Hasta que al final no quedan más páginas y el final agridulce le deja al lector cierta angustia en la boca.

Más allá, y de reojo, un tal George Sprott lo invita a su vida para otra lectura melancólica.

Para cambiar un poco, el muchacho elige a Rodrigo Terranova y su celestial vacío (que es lo mismo que decir La Divina Oquedad).

Y vos, ¿qué leíste (o vas a leer) durante tus vacaciones de verano?

junio 16, 2009

Demasiadas canciones

Canción popular historietizada, por Ibn al Rabin

Canción popular historietizada, por Ibn al Rabin

El balance de un buen disco pende de un hilo. De saber con qué tema empezarlo. Del orden de las canciones y qué composición debe cerrarlo. Es fácil olvidarlo en la época del mp3, el shuffle y los videos de Youtube, donde el fragmento importa y comporta por la totalidad de un cd.

Es sencillo pasar por alto que esta sensibilidad necesaria para el productor de discos también debe tenerla el editor de antologías de historieta. Así como al productor de turno le corresponde decirle a la banda «este tema no», al responsable de una revista le toca ser firme con sus colaboradores y decir «no puedo incluir tu cómic».

Cabula 6: revista-booklet con portada de Frank Arbelo

Cabula 6: revista-booklet con portada del historietista boliviano Frank Arbelo

Esto a propósito del sexto número de la revista Cábula, esa antología iberoamericana de gran nivel que edita Ernán Cirianni, que en esta ocasión viene con un CD. De modo que no queda claro si es una revista con música o un disco con un «librito» demasiado gordo. Lo que salta a la vista es que tanto musical como historietísticamente, al producto le sobra material.

Por ese motivo muchos pasajes pierden consistencia. Tanto en el producto global y como en sus dos caras, música y cómic. Hay un límite -difuso, por cierto- entre integrar una producción ecléctica y tener una mezcolanza estética sin cohesión. Pese a algunos muy buenos momentos historietísticos (more…)

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